Un laboratorio de ideas, una voz multicultural
En un mundo globalizado, donde Internet derriba barreras y permite el intercambio de ideas, es necesario poner la pausa, evitar las prisas –como aquellas en las que entraron muchos medios al especular con un atentado islamista en Oslo– y ordenar las ideas. Integrar, para lo cual es necesario dar voz y conocer. Según lo visto, el multiculturalismo no se puede basar en que todas las culturas son iguales, sino en que es necesaria la diversidad, el conocimiento y aceptación de los otros, y la defensa de los derechos individuales, entre los que esta la libertad de expresión. La propia libertad de expresión fomenta que exista un mejor conocimiento de las culturas que tienen que convivir.