vozed 56 : Un poco punk

vozed 56, febrero – marzo 2016

Un poco punk

Recuerdo cuando quedé a tomar unas cervezas con mi amiga. Ella es una chica mona, pero muy encorsetada. Venía vestida con una blusa blanca con el botón del cuello cerrado. Parecía incomodo, que no la dejaba respirar. Yo tenía miedo de que se fuera a desmayar en cualquier momento. Entramos rápido al tema, ella no sabía que hacer con su vida. Siempre fue una chica de seguir las reglas y, a los 40, seguía pensando que su padre era el amor de su vida. Se vestía con faldas largas, como monja, y con suéteres también largos, negros, que le hacían el cuerpo como un tambo de petróleo.

—¿Por qué no te revelas? Vuélvete un poco punk —le dije.

Me miró como si le hubiera dicho que se mutilara los dos brazos. Para ella era imposible hasta robarle un beso al chico que le gustaba, mucho menos podía irse de casa, pedir un aumento o beber más de dos cervezas.

—Los punks son lo peor que hay, son anarquistas —respondió con asco, sin siquiera pensar en lo que le decía.

—El punk no es otra cosa que ser subversivo —contesté.

Asunto distinto es que sea fácil «trastornar o alterar algo, especialmente el orden establecido»[RAE].

Cuando hicimos la convocatoria de esta edición la hicimos pensando en lo absurdo que nos resultan nuestras batallas diarias. Esas de las que todo el mundo se queja pero pareciera que no se puede hacer mucho. Hay mucha gente enojada con el mundo, con la oficina, con sus amigos, y no saben por qué. Así está mi amiga, solo quiere divertirse, beber un poco y, si acaso, prenderle fuego a algo. Se pelea –muy a su manera– con el primero que encuentra sin motivo alguno, y escondida en su automóvil pone la música a todo volumen.

Estoy seguro que hay muchos que quieren protestar y no saben cómo hacerlo, tampoco quieren meterse en líos. ¿Si vamos a protestar, contra qué?, ¿será útil? Creo que hay que discutir y contestar a casi todo… Ya hace varios años de la crisis económica, y aún no salimos de ella, ¿cómo nos dijeron que la viviéramos?, ¿cómo la vivimos? Mucha gente habló, y mucho de esto. Muchísimos protestaron y se revelaron.

Lo más difícil –creo– es revelarse contra aquello que creemos que «es». Lo que no sabemos que podemos cambiar, el status quo de la vida. Y es que hay cosas que no se comprenden, fruto de esa necesidad de vivir el mundo como es hoy en día: trabajar, tener dinero y luego gastarlo. En la nueva y monstruosa Ciudad de México es normal hacer 2 horas ida y dos horas vuelta ¡al día! para ir al trabajo. En Madrid lo es ver una fila a las 4 de la mañana de personas esperando a ser las primeras para tener un iPhone en la tienda oficial. Y en todo el mundo las minorías están sometidas. En pleno siglo xxi la mujer está relegada, peor si es pobre, y más aún si es indígena. Pero sucede que, cuando uno se revela, rompe el orden establecido, trastorna… se vuelve un subversivo, ¡un punk! Si estuviéramos en el Londres de los 70s usaríamos chaquetas de cuero y correas de perro, pero no, no somos punk… ¿o sí? Pienso un poco, y sí, sonrío. Un poco sí.

En esta edición (56, febrero-marzo 2016) invitamos a ser «un poco punk». Desde la narrativa nos encontramos con personajes outsiders, que no encajan, o no quieren encajar. Se puede –¡y se debe!– ser subversivo y alterar  orden establecido. Nos encontramos a un chico con una clara la disposición de amar, una historia de Iván Medina Castro. Si uno cree que los tatuajes pueden ser una forma de rebeldía, habrá que poner El brazo izquierdo, por Josemaria Camacho, acompañada de una ilustración de Rubén Prieto. Podemos recordar a los colegas y la banda punk, Rafael Tiburcio García nos entrega un fragmento de su próxima novela: Lucifer gōman. O se puede uno aprovechar del propio sistema, darle la vuelta y sin ningún pudor y respeto a la moral convertirse en El gurú, una historia de César S. Sánchez.

El punk ­–nos recuerda Édgar Adrián Mora– fue consecuencia del descontento social que surgió «como respuesta al endurecimiento de las posiciones gubernamentales en relación con las oportunidades otorgadas a los jóvenes». Cómo aquella vez, hoy esa dinámica sigue. Aldo Rosales Velázquez se pregunta Qué somos. Y hay respuestas. Antiverso, contesta Enrique Andrés Mejía Gómez. Hay un problema en ser sincero, dice Alex P. G. Y Moisés Martínez Ayala se da cuenta y se confiesa, no sin cierto pudor: Yo, ¿intolerante? Y hay unas ilustraciones algo turbulentas, de Juan Astianax, que acompañan a algunos textos.

Para la cultura siempre ha habido conflicto, y siempre se ha levantado la voz. Vicente Monroy nos habla de cómo la literatura refleja una falta de esperanza, en Realismo y juventud. Édgar Adrián Mora nos recuerda como Habitar la pesadilla cotidiana, y da un repaso por el origen de la música punk y su adopción en México. Pedro Alcoba repasa cómo el ciberpunk en el cine muestra distopías cada vez más cercanas.

Y tenemos ejemplos de gente punk: Ocho objetos con el nombre de Raymond Carver, en El ruido del filtro de agua, por Jorge Posada, y los Cien años de Lucrecio Peace, el más grande ensayista perropodrileño que ha existido, por Simón Clarinet.

La poesía de Sofia Cham Trewick nos da algunas pistas de esa permanente sensación de sublevación, Bang, bang. También se puede transgredir desde el fútbol y las minorías, y seguir el Manifiesto en amarillo y negro, como lo hace José Antonio Lizana Arce.

punk_London

El movimiento punk comenzó como un «movimiento musical aparecido en Inglaterra a fines de la década de 1970. Surge con carácter de protesta juvenil donde se adoptan atuendos y comportamientos no convencionales.» Parece que comienza con los Sex Pistols y su «God Save the Queen». De esto van 40 años, y Londres lo celebra a lo grande (#PunkLondon). ¡Londres llama!, y mucho. Me puse a The Clash esperando a que la gente explote, por lo menos mi amiga.

Le mandé el enlace de la canción y me contestó con un emoticono que era una cara de asco. No hay más que hacer. Supongo que no quería consejos, tampoco se los dí. Intenté que reaccionará, que tuviera un respingo, algo de amor propio, pinchándola y diciéndole lo encorsetada que estaba. Algo de acción como último campo de batalla antes de darla por perdida la guerra.

—Búscate un amante, salvo los acuerdos mutuos, el resto de las reglas están para romperse —le dije antes de dar carpetazo a alguien que no es ni será un poco punk.

El movimiento punk dejó una filosofía, y hay un manifiesto que nada tiene que ver con las greñas de punta y las chaquetas de cuero. El punk es acción, y es DIY (Do It Yourself). El manifiesto punk vienen a decir (en una traducción propia y muy libre):

«El punk, más que nada, es una llamada a la acción. Ya sea formando una banda de música, creando un sello discográfico o haciendo tu propia ropa. El punk proporcionó un impulso para una creativa regeneración de la democracia, y es ese espíritu, sin duda, el legado más importante del movimiento.»

Probablemente mi amiga no tiene remedio pero, en esta edición, desde vozed llamamos a la acción: vuélvete «un poco punk».~

Humberto Bedolla (editor),
Lavapies, barrio punk de Madrid,
enero de 2016, año en que se cumplen 40 años del inicio del punk.

punk_DoItYourself

Portada vozed 56 Un poco punk (diseño: Adrián L Alexander)

» vozed 56, febrero – marzo 2016

Un poco punk

Contenido:

​Cuento »
» Con la disposición de amar, por Ivàn Medina Castro [ » ♦♣ ]
» El brazo izquierdo, por Josemaria Camacho/ ilustración Rubén Prieto [ » ♥♥ ]
» Lucifer gōman , por Rafael Tiburcio García. (Fragmento de una novela) [ » ♥♠ ]
» El gurú, por César S. Sánchez [ » ♣♣ ]

Cómo ser un poco punk »
» Qué somos, Aldo Rosales Velázquez [ » ♥♣  ]
» El problema de ser sincero, por Alex P. G. [ » ♣♥  ]
» Antiverso, por Enrique Andrés Mejía Gómez [ » ♦♥ ]
» Yo, ¿intolerante?, por Moisés Martínez Ayala/ ilustración Juan Astianax [ » ♠♥ ]

Subversivos en la cultura »
» Realismo y juventud, por Vicente Monroy [ » ♠♣ ]
» Habitar la pesadilla cotidiana, por Édgar Adrián Mora [ » ♦♦ ]
» Ciberpunk en el cine: distopías cada vez más cercanas, por Pedro Alcoba [ » ♠♠ ]

Perfiles »
» El ruido del filtro de agua. Ocho objetos con el nombre de Raymond Carver, por Jorge Posada [ » ♦♦ ]
» Cien años de Lucrecio Peace, por Simón Clarinet [»♣♦]

Poesía »
» Bang, bang, por Sofia Cham Trewick [ » ♣♦ ]

Deportes »
» Manifiesto en amarillo y negro, por José Antonio Lizana Arce [ » ♠♣ ]

®Portada: Adrián L. Alexander

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