Blog de poesía | selección de poemas de Avril Blanco (ii)
«CUANDO LEO LOS versos de Avril Blanco los traslado a un contexto distinto al de un libro de poesía. Las imágenes y el ritmo me conducen a referencias históricas, a escenas largas y lentas de cine, a fotografías de Europa del Este. En mi mente coloco esas líneas en algunos objetos. Imagino el desconcierto que causarían, la necesidad de descubrir qué son esas metáforas.»
(de la columna NAGARA: Avril Blanco).
Selección poética de Avril Blanco
No es para quedarse en casa que hacemos una casa
en Baires era la chica de alguien,
la amiga de alguien,
la extranjera que salía a las calles
y
mirá, che,
¿allá caminás así?
Puerto Madero fue una locura,
y la correspondencia
que falsamente me ató
a mi país, a la familia,
a la casa siempre oscura,
no se halla en ninguna parte.
unos meses después
viví con un hombre
enamorado de las historias
de aquella patria que no debí abandonar nunca
***
En la infancia pensar en tener más de veinticinco era estar muerto
toco el libro como se mira la correspondencia vieja.
lo miro y recuerdo a los brasileños.
luego el baño y la ropa pendiente.
regreso a los textos
y un hombre
hace las veces de loco o desposeído.
hace declaraciones,
se tira de la ropa;
minas gerais o marruecos
ya son casi un sello de agua
en los mapas
mi esposo sonríe al verme
ir de un lado a otro contigo entre las manos,
se intriga y, una que otra vez le comento
que tal verso está mal,
que debería ir así
o
me emociono y leo unas líneas en voz alta.
después de hablar de la cena,
los pagos, las ronchas en los tobillos,
se sienta junto a mí: son como niños cuando están juntos.
***
Y miedo habita en antílopes mutilados
viejos.
acumulamos frases hechas
para esperar todo
como la primera vez.
quizá nadie imagina ni cree
que observas la sombra de un jinete,
un despavorido.
no temas al torrente dentro de un coche;
mientras,
desmembrar la cama donde dormirías con azufre
que todas la mañanas…
trabajar en el mismo escritorio
para leer incontables cifras perfectas inequívocas:
un papá
con dinero ejemplar,
con tiempo ejemplar,
con amor ejemplar.
derrumbe y los rinocerontes
se desarrollan
piden tiempo-oxígeno,
comida y universidad.
piden no seas
un marinero,
un kurt cobain,
un imbécil.
Avril Blanco (ciudad de México, 1984). Poeta, narradora y editora. Ha publicado en diversas revistas literarias como Casa del Tiempo, Dédalo, Síncope, Este País, Palestra, Maldoror (Uruguay); la revista digital Valderrama y el suplemento cultural Guardagujas, de la Jornada Aguascalientes. Su primera obra poética Cosas que nunca dije antes de que estallaran las bombas fue publicada en 2012 por el sello editorial catalán Foc. Fue becaria en el área de narrativa por la Fundación para las Letras Mexicanas. Actualmente trabaja como colaboradora editorial en el Programa Cultural Tierra Adentro (CONACULTA). Tiene un blog: Érase una vez una ciduad http://lirva-ad-urbe.blogspot.mx
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