Ecce bot

Sólo espero que el PRI no esté contratando niños vietnamitas como bots de Peña Nieto. Digo, es lo que deduzco de su sintaxis.
@lapetitemachine

Me da un poco de pena ajena la gente que quotea a Gael García Bernal para criticar al PRI.
@urielo

#MarchaYoSoy132 en Ciudad de México (foto: Gonzalo Morales Curto)

I

Llegó la temporada en que no puedes asomarte unos minutos a la cuenta de Twitter porque sabes que te engancharás más de lo normal debido al asunto de la política. Mientras tanto, en la vida real, los Godínez de las otras islas en la oficina discuten a diario sobre sus posturas, con ese tono tan provocador como para que el resto del edificio se entere acerca del por qué consideran que la izquierda o el partido oficial no lo logran, y lo único que quiero es levantarme y contradecirlos, sobre todo al treintañero que todos los días se viste con playeras de Radiohead, calza Converse y vive con sus papás. Pero tengo suficiente trabajo y otros asuntos con más prioridad, así que mejor me limito al activismo de escritorio por un rato, casi siempre después de la comida, y ni pensar en acudir a las marchas, que al igual que la programación de las presentaciones de la FIL o las funciones de la Muestra en la Cineteca Nacional están pensados para estudiantes o ninis.

II

A estas alturas del partido casi todos reconocen un bot de twitter [1], y la verdad es que no hace falta una prueba de Turing para comprobarlo. Con sólo ver un par de ejemplos hasta por instinto los detectas; repetición insistente de mensajes con el mismo tema, con pocos seguidores y poca gente que los sigue, una biografía que suena genérica o hasta forzada, los nombres (karinalopez34, oscardavid5…), entre otros indicios, algunos quizá demasiado obvios. Si, está padre que el bot de la cuenta de Yoda o Darth Vader te envíe un mensaje cuando lo citas, o la aplicación que te avisa cuántos followers perdiste en la semana, pero los bots del PRI me ponen muy de malas, no tanto porque no esté de acuerdo con esa estrategia o ideas, sino porque un equipo de personas se toman la molestia de armar esas cuentas fakes y estoy seguro que se creen los dudes más ingeniosos del planeta. Tengo entendido que pocos algoritmos han podido engañar a la gente, el más famoso se llamaba ELIZA [2], un simulador de psicoanálisis de la década de 1970 que al conversar con él te daba respuestas más o menos convincentes, pero no aguantaba mucho el engaño pues luego de un minuto te respondía incoherencias y se acababa la farsa (como si se tratara de la prueba Voight-Kampff) [3].  Creo que el sueño de todo programador en sistemas robóticos es el crear una inteligencia artificial tan similar a la mentalidad humana que se pueda convertir en tu mejor amiga, pero además te pueda convencer de comprar ciertas marcas en ciertas tiendas, un compra virtual que tenga tanta influencia en ti que hasta te convenza de hacerle favores, como votar por su candidato favorito por ejemplo. (5)

III

En China se le ha llamado ‘ejército de agua’ (water army en inglés) [5], a cientos de cibernautas pagados y escondidos tras cuentas falsas para ‘inundar’ con recomendaciones y comentarios los sitios web que el gobierno considere sospechosos, o bien escribir reseñas favorables en masse de productos para promover su venta [el PCC [6] y los industriales chinos conocen bien su oficio]. Existen empresas en varias partes del mundo dedicadas brindar este servicio, especialmente en aquel país, y en India y Rusia, pero también existe software que generará bots encargados de hacer aquel trabajo sucio. De esta forma la red es acosada diariamente por legiones de fantasmas electrónicos que distorsionan el campo de la realidad virtual para beneficio de unos cuantos.

IV

Es también la temporada en que las reuniones familiares o entre amigos suelen terminar a gritos y mentadas de madre. El domingo pasado la abuela de mi mujer me preguntó delante de todos por mi preferencia electoral, y lo hizo porque se sentía confiada con su condición de local. Y se lo dije mientras me servía una cuba sin que me temblara la mano, a la espera que la pariente nini que votará por EPN empezara con su famoso argumento en contra del ‘partido de los nacos’. La cosa no subió de tono afortunadamente gracias a la oportuna intervención de una tía, cuya sonrisa mantuvo la plática dentro de las normas de respeto propias de un debate del IFE. Eso sí, cuando llegué a mi casa lo primero que hice fue borrar algunos contactos en mi cuenta de FB.

V

Los políticos mexicanos nunca imaginaron que las redes sociales tendrían el relativo éxito que hoy gozan, y de pronto encontraron en ellas una amenaza con el potencial de vigilarlos, hacerles rendir cuentas y trabajar, algo a lo que sin duda no se han acostumbrado: ahí están las patéticas reacciones de muchos diputados ante los cuestionamientos que les hacen los ciudadanos y trolls. Algunos de ellos descalifican su influencia o de plano se dicen víctimas de un servicio tecnológico del que conocen muy poco, aunque lo intentan manejar con la contratación de ese tipo de consultoras de mercadotecnia digital cuyo entusiasta y sobado argumento de ventas maniqueo “¡Si no estás en internet no existes!” ha sido comprado por miles de ingenuos. He asistido a varias conferencias sobre marketing digital y en general son lo mismo, fábulas empresariales de motivación personal y productividad en Power Point, como si las redes sociales fueran terreno exclusivo de mercadólogos.

VI

En estas elecciones las redes sociales tienen un papel quizá más importante que hace seis años para influenciar o inducir el voto ciudadano; les guste o no, la vuelta de tuerca que impuso #yosoy132 es quizá el signo más evidente, un movimiento genuino dentro de tanta apatía y falta de propuestas –eso sí, desafortunadamente hay gente que no logra superar su clasismo y no los baja de fresas–. Según me entero, de los 40.6 millones de internautas mexicanos al menos 92% acceden a redes sociales [7], y eso me da cierta esperanza; los acarreados o esquiroles virtuales, sean humanos o algoritmos, son un fenómeno que en materia política se ha visto contrarrestado en los últimos días por la presencia de la gente en la calle: los bots no pueden salir de la pantalla y enfrentarlos. De la misma manera que tantos han podido traspasar la barrera del activismo virtual, creo que es muy importante llevarlo, ahora más que nunca, a la mesa con los amigos y los familiares, aún cuando arruines la cena.

Ahora que lo pienso, tengo unas cosas qué discutir con el tipo ese de la playera de Radiohead.~

Referencias:
[1] http://www.reporteindigo.com/reporte/mexico/ejercitos-virtuales#.T7qF1BHH1DM.twitter
[2] http://en.wikipedia.org/wiki/ELIZA
[3] http://bladerunner.wikia.com/wiki/Voight-Kampff_machine
[4] http://www.technologyreview.com/article/18344/
[5] http://en.wikipedia.org/wiki/Marketing_and_artificial_intelligence
[6] http://www.chinatoday.com/org/cpc/
[7] http://www.amipci.org.mx/?P=articulo&Article=71