Los alienígenas en el cine como metáfora del diferente

Un ensayo de Pedro Alcoba.


 

¿Qué es el hombre? ¿Quién es mi vecino?
Georges Simenon[1]

 

DESDE QUE LA ciencia ficción existe en el cine, han sido innumerables las aproximaciones al fenómeno de los extraterrestres. Hoy produce simpatía ver los estrafalarios seres que Georges Méliès imaginó en Viaje a la luna como habitantes de la Luna. Pero muy pronto en la ciencia ficción más solvente, los extraterrestres se presentaron como una amenaza. En las primeras versiones de Ultimátum a la tierra o La guerra de los mundos, los aliens eran seres muy diferentes a nosotros y, al mismo tiempo, amenazadores. No es extraño que ambas se filmaran en plena guerra de Corea (1951-1953). Y es que en realidad los aliens, existan o no, han sido siempre más bien una metáfora de cómo entendernos con el que es totalmente diferente, y las visiones que se han imaginado van desde el conflicto total hasta la plena integración. Pero, quizá por la influencia de la segunda guerra mundial,  la mayoría de las primeras películas de ciencia-ficción concibieron el encuentro con una raza extraterrestre como conflictivo, y los ejemplos son innumerables, desde El enigma  de otro mundo hasta La amenaza de Andrómeda.

Sin embargo,  en los 70, un director de cine con corazón de niño (Stephen Spielberg) entró en escena con un  acercamiento diferente. Según su enfoque, los extraterrestres son seres bondadosos o en una fase de la evolución superior, que nos conducirán hacia una suerte de iluminación de manera individual (ET) o colectiva (Encuentros en la tercera fase).  En esta misma línea trabajó Kubrick, aunque no lo pareciera. Mucha gente se sigue preguntando cuál es el significado del bebé que aparece al final de 2001, odisea del espacio, en realidad un salto evolutivo producido a partir del astronauta Dave Bowman, abducido por una raza alienígena superior.[2] La conclusión de esta película (y de la novela en que se basa) es que, si una raza es verdaderamente superior, tiene la misión de hacer superar a las inferiores su estadio evolutivo.

Este concepto tira por tierra todo conflicto interracial y sin duda nos hace plantearnos la historia de la esclavitud americana y el apartheid bajo un nuevo prisma. Lo que demuestra verdadera evolución en una raza  no es que intente esclavizar a otra coyunturalmente más débil,  sino que trate más bien de ayudarla a ponerse a su nivel. El concepto de superioridad moral reside en hacer al otro igual a mí, más bien que ponerlo a mi servicio porque lo considero inferior, lo que demuestra a las claras una calidad moral inferior.[3]

Cuando empezábamos a acostumbrarnos a unos seres amables o superiores, apareció un simpático monstruo de color negro con una sonrisa con el encanto de una calavera. Alien (1979), en sus sucesivas entregas, postula una tesis mucho más oscura respecto a una raza alienígena. La película traza un juego de contraposiciones entre lo que es humano (Ripley), no humano o animal (el gato), inhumano (el androide Ash) y asigna al alien el rol de antihumano. Es decir, el alien, lejos de ser un ser bondadoso, buscaba más bien la aniquilación de nuestra raza y ante este planteamiento la postura de la autoridad humana (encarnada en la película, paradójicamente, por el androide) es más bien capturar al alien para poder utilizarlo como arma letal. Nuevo paso atrás en la fe en el ser humano, más aún si sabemos lo que los mandos de los ejércitos han llegado a aprobar para ganar una guerra. Cuando Hitler tuvo dificultades en el frente oriental de Rusia, médicos nazis experimentaron  con jóvenes rusos cuándo se producía la muerte por hipotermia. El testimonio que nos ha llegado de estos experimentos hace creíble el planteamiento de Alien respecto a cómo afrontaría la humanidad la presencia de seres extraterrestres.

Mucho más cercana en el tiempo, la película sudafricana-neozelandesa Distrito 9 [4],  utilizando un estilo documental de manera muy acertada, convierte a los aliens en parias marginados en Johannesburgo,  en una original metáfora del apartheid. La película es auto-consciente de su metáfora porque hoy día la segregación racial está de hecho superada en Sudáfrica, al menos tal y como existía hasta los 90. Pero además plantea de una manera diferente la misma tesis que Alien. Si una raza alienígena tiene potencial destructor, lo que haría la humanidad sería más bien que intentar entenderse con ella, apoderarse de su potencial destructivo (en este caso sus armas). Otro de los aciertos de la película es que busca un camino intermedio más realista. Si los extraterrestres existen y pueden sobrevivir en nuestro planeta,  puede que no sean ni una verdadera amenaza, ni tampoco aquellos seres que vienen a traernos la iluminación, sino más bien se convertirán en algo parecido a una nueva raza, con los conflictos de aceptación o rechazo que esto supone.

En conclusión, Mientras la CIA no abra expedientes reservados que demuestren con certeza científica su existencia, y no parece que vaya hacerlo [5], los extraterrestres nos seguirán dando una excusa perfecta para plantear en el terreno de la ficción todos aquellos conflictos que desde siempre nos ha planteado «el otro». Cuando más tratemos de igualarlo a nosotros, acogerlo y respetarlo, más cerca estaremos de una verdadera especie superior. Pero si lo rechazamos o ponemos a nuestro servicio por la fuerza, se evidenciará nuestra inferioridad moral.

Nos volveremos, como el alien de la película, no ya inhumanos, sino verdaderos monstruos.~

 
Referencias:
[1] SIMENON, George: Carta a mi madre. Editor digital: IbnKhaldun, 1993. Pág 58.
[2] http://www.jotdown.es/2011/08/2001-una-odisea-del-espacio-explicada-paso-a-paso/
[3] Si tenemos en cuenta que el apartheid  no se consideró condenado internacionalmente hasta 1973 , (condena de la que por cierto se desmarcaron los Estados Unidos entre otros países), este planteamiento no estuvo totalmente claro en Occidente hasta muy recientemente: http://www.muyhistoria.es/curiosidades/preguntas-respuestas/que-fue-el-apartheid-861372672812
[4] http://es.wikipedia.org/wiki/District_9
[5] http://www.cosmonoticias.org/documentos-de-la-cia-revelan-secretos-sobre-el-area-51-y-ovnis/