Esa rebelión desorganizada


La sociedad civil al rescate: el rechazo de la propuesta de paz

La primera vez que aparece un reconocimiento formal del CCRI-CG hacia los medios de comunicación y la sociedad civil se da el 10 de junio, fecha en la cual el EZLN decide presentar su rechazo a la propuesta de paz del gobierno, el primero de estos documentos reza textualmente:

[..]Octavo. El CCRI-CG del EZLN agradece a los medios de comunicación honestos e independientes su empeño en conocer la verdad y darla a conocer al pueblo mexicano sin importar amenazas, presiones y chantajes. Les pedimos disculpas si, en nuestra torpe política de medios, los herimos o desconfiamos de nuestro profesionalismo. Esperamos que comprendan que nunca antes habíamos hecho una revolución y que estamos aprendiendo. Reiteramos que gracias al esfuerzo de la prensa fue posible detener la fase militar de la guerra. Esperamos sinceramente que sabrán entender las difíciles condiciones en que nos encontramos y nuestra injusta selección y eliminación de medios que acceden a nosotros. Deseamos que sigan en su camino de palabra verdadera.

Noveno. El CCRI-CG del EZLN agradece, especialmente, a las organizaciones no gubernamentales, vanguardia de la sociedad civil. Las ONG desempeñan un trabajo desinteresado para conseguir la paz con justicia y dignidad que anhela nuestro pueblo. La cerrazón gubernamental impide que, por el momento, se puede llegar a acuerdo alguno. Nosotros seguimos abiertos al diálogo y en disposición a seguir el camino que nos señalaron ustedes con su empeño: el de la vía política en el tránsito a la democracia.[28]

Así mismo reconoce de manera oficial el papel que la sociedad civil desarrolló en los primeros días del conflicto. Los primeros doce días de movilizaciones que consiguieron detener las acciones militares obtienen el reconocimiento de la Comandancia General del EZLN y es tomada como una de las motivaciones y causa principal del término de las acciones militares.

Segundo.- Después de cruentos combates librados entre nuestras tropas y efectivos gubernamentales de la policía y el ejército federal, un movimiento nacional y civil nos obligó a detener los enfrentamientos y a intentar un diálogo con el supremo gobierno, mismo que se realizó en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, a finales de febrero e inicios de marzo de 1994.[29]

Después del rechazo del EZLN a la propuesta de paz del gobierno federal, comienzan los preparativos de la Convención Nacional Democrática a fin de llevar por un camino diferente las negociaciones en torno al conflicto. Prueba fehaciente del giro de las negociaciones lo constituyen las ideas vertidas en la Segunda Declaración de la Selva Lacandona. Dejando a un lado el contenido simbólico que dicho documento contiene (la idea de una declaración que emana de un poder distinto al de la primera y que muestra una intención de hacer extensiva la lucha de los zapatistas), nos remitiremos al contenido de ésta y al lugar que ocupa la sociedad civil en dichos planteamientos. No es poca cosa. La idea de sociedad civil permea todos y cada uno de los párrafos de la Segunda Declaración. De hecho pasa de ser elemento vigilante de la negociación-forcejeo entre el gobierno y el EZLN a constituirse en elemento protagónico de las demandas de los guerrilleros. Al hacer, en la primera parte de dicho documento, una relación de los hechos acontecidos, menciona el hecho de que el EZLN se levantó en armas para hacer valer la máxima que reza que la “soberanía reside en el pueblo” a lo que el gobierno respondió con una guerra militar abierta. Sin embargo,

[…] Sólo duró 12 días esta pesadilla pues otra fuerza superior a cualquier poder político o militar se impuso a las partes en conflicto. La Sociedad Civil asumió el deber de preservar a nuestra patria, ella manifestó su desacuerdo con la masacre y obligó a dialogar, todos comprendimos que los días del eterno partido en el poder, quien detenta para su beneficio el producto del trabajo de todos los mexicanos, no puede continuar más.[30]

Es de resaltar la forma en que es presentada la nueva idea de sociedad civil, desde la tipografía utilizada, esto es, otorgarle mayúsculas al inicio de las palabras, nos indican que la idea acerca de esta fuerza ha cambiado al interior del movimiento. El EZLN convierte a la sociedad civil (La Sociedad Civil) en un ariete justificatorio para plantear sus respuestas y sus propuestas acerca del futuro de su movimiento. La idea de sujeción de los zapatistas a una fuerza superior (La Sociedad Civil) le permite responsabilizar de los acontecimientos futuros, no al EZLN, no al Gobierno, sino a la sociedad civil en su conjunto. Continúa la citada Declaración…

Eso [la idea de corrupción e ilegalidad del gobierno salinista] todos los mexicanos honestos y de buena fe, la Sociedad Civil, lo han comprendido. […] Sólo los fósiles políticos planean de nuevo dar marcha atrás a la historia de México y borrar de la conciencia nacional el grito que hizo suyo todo el país desde el primero de enero del 94: ¡YA BASTA! Pero no lo permitiremos. Hoy no llamamos a los fallidos poderes de la Unión que no supieron cumplir con su deber constitucional, permitiendo que el Ejecutivo federal los controlara. Si esta legislatura y los magistrados no tuvieron dignidad, otras vendrán que sí entiendan que deben servir a su pueblo y no a un individuo, nuestro llamado trasciende más allá de un sexenio o una elección presidencial en puerta. Es en la SOCIEDAD CIVIL,[31] en quien reside nuestra soberanía, es el pueblo quien puede, en todo tiempo, alterar o modificar nuestra forma de gobierno y lo ha asumido ya. Es a él a quien hacemos un llamado en esta SEGUNDA DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA…[32]

De la misma forma, la Declaración presenta lo que será una de las constantes a lo largo del tiempo de conflicto, la enunciación de un llamado a la sociedad civil para que se organice. La desconfianza del EZLN parece radicar en la idea de un aislamiento de la sociedad civil a partir de polarizar las demandas que ésta plantea. Una sociedad civil amenazada materialmente por el aparato militar (desde la perspectiva del EZLN) en vísperas de elecciones y por el desmembramiento a raíz del fracaso de las pláticas de paz. Anota la Segunda Declaración…

Segundo. Ordenamos a nuestras fuerzas regulares e irregulares en todo el territorio nacional y en el extranjero la PRÓRROGA UNILATERAL DEL CESE AL FUEGO OFENSIVO. Mantendremos el respeto al fuego PARA PERMITIR A LA SOCIEDAD CIVIL QUE SE ORGANICE EN LAS FORMAS QUE CONSIDERE PERTINENTES PARA LOGRAR EL TRÁNSITO A LA DEMOCRACIA EN NUESTRO PAÍS.

Tercero. Condenamos la amenaza que sobre la Sociedad Civil se cierne al militarizar el país, con personal y modernos equipos represivos, en vísperas de la jornada para elecciones federales. No hay duda de que el gobierno salinista pretende imponerse por la cultura del fraude. NO LO PERMITIREMOS.[33]

La actitud beligerante en contra de los mecanismos del gobierno con un proceso electoral inminente contrasta de manera interesante con la disposición a lograr una “solución política” al conflicto. Es en este momento que la convocatoria para un Diálogo Nacional con la sociedad civil se presenta.

Sexto. Reiteramos nuestra disposición a una solución política en el tránsito a la democracia en México. Llamamos a la Sociedad Civil a que retome el papel protagónico que tuvo para detener la fase militar de la guerra y se organice para conducir el esfuerzo pacífico hacia la Democracia, la Libertad y la Justicia. El cambio democrático es la única alternativa a la guerra.

Séptimo. Llamamos a los elementos honestos de la Sociedad Civil a un Diálogo Nacional por la Democracia, la Libertad y la Justicia para todos los mexicanos.[34]

Esta convocatoria a la Convención incluyó los lineamientos que, según el EZLN, debía de seguir la organización de tal evento. En el mismo texto se vislumbra que el EZLN aceptará la autoridad de la CND, por lo que la interpretación iría en doble sentido: ¿el EZ estaba ofreciéndose a ser el “brazo armado” de la sociedad civil (si es que algo así puede concebirse) o la sociedad civil (organizada en la CND) pasaría a ser el “brazo político” del EZ? Las respuestas serían igual de crípticas, ambiguas y desangeladas que la pregunta planteada.

La convención estará presidida, libre y voluntariamente, por civiles, personalidades públicas de reconocido prestigio, sin importar su filiación política, raza, credo religioso, sexo o edad. La convención se formará a través de comités locales, regionales y estatales en ejidos, colonias, escuelas y fábricas, por civiles. Estos comités de la convención se encargarán de recabar las propuestas populares para la nueva ley constitucional y las demandas a cumplir por el nuevo gobierno que emane de ésta. […] El Ejército Zapatista de Liberación Nacional reconocerá a la Convención Democrática Nacional como representante auténtico de los intereses del pueblo de México en su tránsito a la democracia.[35]

A partir de la Segunda Declaración, era inminente un avance militar por parte del gobierno salinista para los más paranoicos y pesimistas, y un reacomodo de las fuerzas en el escenario nacional para los más tibios, analíticos e impasibles. Las razones podían argumentarse sin ser, necesariamente, acertadas. Después del 10 de junio, se dio una movilización a gran escala de las fuerzas convocadas por el EZLN bajo la etiqueta de La Sociedad Civil. El 14 de junio hace su arribo a la zona zapatista la llamada Caravana de caravanas, una cantidad ingente de personas (en palabras del EZ: “un chingo”) para mostrar el apoyo a la realización de la Convención y para llevar ayuda humanitaria. El asombro mostrado por los zapatistas ante las muestras de apoyo no se dejaron esperar.

Si a ustedes los sorprendió el primero de enero, a nosotros nos sorprende el 12 de enero. De una u otra forma ustedes y nosotros nos hemos estado desencontrando, nosotros pensando que ustedes son la vanguardia nuestra y ustedes pensando que nosotros somos la vanguardia de ustedes; ustedes esperando a que nosotros les digamos qué van a hacer y nosotros esperando a ustedes nos digan qué vamos a hacer. [36]

El papel de la sociedad civil como una fuerza capaz de movilización y organización casi inmediata se hace patente con la llegada a la selva chiapaneca. Lo que se perfilaba como un reinicio de las hostilidades se va convirtiendo nuevamente en terreno empantanado y en trabajo para la realización de la Convención Nacional. La caravana de caravanas representó lo mismo que la realización de la marcha por el cese al fuego el 12 de enero.

Nosotros vemos con esperanza todavía lo que pueda hacer la sociedad civil, pero si todavía el efecto de la ruptura del cerco, prácticamente la entrada de la caravana de caravanas, fue lo que en términos militares se llama una maniobra de penetración y de volteo de líneas, y con una beligerancia, bueno, dentro de la sociedad civil, muy significativa, muy representativa de muchos sectores que tradicionalmente no se pueden ver ni en pintura, pensamos que es posible levantar todavía la bandera de la unidad en un amplio sector progresista o de izquierda como democratizador.[37]

Acerca de la Convención, Marcos asegura que representa la única salida para evitar la guerra. La Convención está dirigida a la Sociedad Civil, es la responsable de llevar a buen fin la enmienda ergo el fracaso de la Convención sería un fracaso de la Sociedad Civil. Al ofrecer un foro de discusión, el EZLN pretende traspasar la responsabilidad de los hechos subsecuentes a la sociedad civil.

De una u otra forma el tiempo histórico ya está marcado, ya no depende ni siquiera de nuestras fuerzas, depende ya de esa organización, de esa dispersión o esa rebelión desorganizada que se llama sociedad civil, depende de la forma que llegue a cuajar y de las formas organizativas -nosotros estamos ofreciendo una alternativa, la convención, la convención como punto de encuentro entre grupos armados y civiles para regular este tránsito pacífico o para darle un poco de coherencia y, en el mejor de los casos, para evitar el estallido de la guerra civil. [38]

Ante la inminencia de la Convención, reaparece el tema electoral. El EZLN insiste en que es necesario que la sociedad civil tenga el control sobre la realización de las elecciones. La idea de la sociedad civil como árbitro en el proceso electoral parece tomar cada vez más fuerza, sin embargo, la forma de conseguirlo sigue presentándose de manera ambigua.

Pensamos que es un indicador interesante para el resto del país y para el resto de la sociedad civil unas elecciones no organizadas por el gobierno, pero tampoco por una organización armada y en rebeldía, sino organizada por esa tercera fuerza a la que nosotros le reconocemos beligerancia, que es la sociedad civil. Sería un gran avance no beligerante, quiero decir, no armado ni violento, sino un avance pacífico. Estas elecciones en nuestros territorios las organizaría la sociedad civil. Esa sería la gran diferencia. [39]

La Segunda declaración… y las consecuencias que arrastró consigo, incluyendo la reacción de sectores de la sociedad que acudieron a la zona de conflicto y que se manifestaron por una solución política para el conflicto, demostraban que la capacidad de movilización de la sociedad civil era inmensa. Al mismo tiempo, el EZLN otorgaba una característica interesante a raíz de las movilizaciones de junio, la idea de que la sociedad civil era un ente autoconsciente de su poder transformador de las circunstancias. La sociedad civil, en este momento, sabe la capacidad de sus acciones.

Por su parte, la sociedad civil volvió a reaccionar como en enero, incluso más rápido. Tiene claro que no hay que esperar la guerra para movilizarse, y que puede hacerlo para evitarla. Esta es la principal reacción positiva. Nuestra esperanza en que sea posible todavía evitar los enfrentamientos y la guerra civil sin control, está puesta en esta reacción de la sociedad. Además, parece existir un acuerdo implícito entre las fuerzas armadas que pudieran alzarse en contra del gobierno, de que hay que esperar a que se agote realmente la vía pacífica.[40]

Los objetivos del EZLN, a finales del primer semestre de su levantamiento, están encaminados a establecer el papel de la sociedad civil en el proceso de democratización del país. Pareciera que una de las preocupaciones principales de los zapatistas lo representa el hecho de crear una sociedad en la cual sus demandas tengan mayor probabilidades de ser entendidas, una sociedad que emerga como resultado de una lucha en busca de la democracia.

La única forma de lograr el triunfo pacífico a la democracia es que el movimiento sea masivo, organizado y a todos los niveles. Ahí el secreto es buscar la bandera que los una y no los objetivos que los dividan. Por eso decimos que primero debemos ponernos de acuerdo en qué no queremos y luego lo que sí queremos.[41]

Conclusiones

Podemos mencionar varios puntos acerca de esta revisión y de lo que nos arroja. Algunas reflexiones se encuentran en el cuerpo de la revisión y otras se clarifican. Cabe aclarar que estos juicios son desde el punto de vista del EZLN, no del que escribe. De tal forma, tenemos que:

    1. La idea de sociedad civil dentro del discurso zapatista evoluciona con el tiempo y con la naturaleza de las acciones que ésta encabeza.
    2. La idea de sociedad civil dentro del discurso zapatista encontraría puntos de encuentro en la clasificación sugerida por Norberto Bobbio, esto es, la separación de la sociedad en diversos grupos atendiendo a sus funciones dentro de la sociedad. De tal forma, la concepción de sociedad civil de los zapatistas tendría puntos de coincidencia al considerar aparte de ésta, a la clase política (partidos), clase económica (empresarios y grandes capitalistas) y Estado.
    3. El EZLN considera que los medios de comunicación no forman parte de la sociedad civil, la función otorgada a estas instituciones es la de puentes entre la realidad social regulada por el Estado y la sociedad civil.
    4. Se considera a la sociedad civil como la depositaria de la soberanía. En una simplificación didáctica la idea de pueblo estaría siendo sustituida por la de sociedad civil.
    5. La sociedad civil mexicana es una institución dispersa y desorganizada. La espontaneidad de su reacción  tienen que ver más con sentido común que con organización consciente.
    6. La existencia de una movilización de la sociedad civil organizada y unida es el único camino existente para un tránsito pacífico a la democracia.

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Bibliografía
La palabra de los armados de verdad y fuego (Entrevistas, cartas y comunicados del EZLN) Tomo I y II, México, Fuenteovejuna, 1994-1995.
[27] “Comunicado del CCRI-CG del EZLN”, 1 de junio, ibidem, p. 188.
[28] “Para todos todo. Nada para nosotros”, 10 de junio, ibidem, p. 200.
[29] “Rechazo a las propuestas del supremo gobierno”, 10 de junio, ibidem, p. 201.
[30] “Segunda Declaración de la Selva Lacandona (Hoy decimos: ¡No nos rendiremos!)”, 10 de junio, ibidem, p. 209.
[31] En mayúsculas en el original.
[32] “Segunda Declaración…”, op. cit., p. 209.
[33] Ibidem, las mayúsculas son del original, pp. 209-210.
[34] Ibidem, p. 210.
[35] Ibidem, p. 214.
[36] “Rumbo a la Convención Nacional (Marcos, discurso a la Caravana de caravanas)”, 14 de junio, ibidem, p. 217.
[37] Epigmenio Ibarra de La Jornada, “Marcos, sobre la Segunda Declaración de la Selva”, 21 a 23 de junio, ibidem, p. 238.
[38] Ibidem, p. 240.
[39] Ibidem, p. 252.
[40] Hermann Bellinghausen de La Jornada, “Marcos, sobre la ARIC, el PRI, la Sociedad Civil y los grupos armados”, 30 de junio, ibidem, p. 255.
[41] Ibidem, p. 256.