Incertidumbre

Un cuento de Everardo Martínez Paco “Perro Rabioso” /fotografía Andrea Daniela

 

Sin ilusión, voy
Pensar que no la sigo,
Pensar que la he perdido,
Un canto perdido.

Ale – Skalariak

—YO NO SOY malo, no hice nada. No sé porque me tienen aquí, no sé porque me llevaron y porque no me dejan salir. Me tienen encerrado.

La comida que me dan siempre está salada, no se quien cocina, no sé quién la trae. Me tienen con los ojos vendados.

A veces me dan agua, solo cuando les pido, casi siempre sabe a tierra, no sé de dónde traen esa agua, no sé quién me da a beber. Tengo las manos sujetas.

No sé si es de día o de noche, siempre tengo calor, me siento encerrado, como en un cuartito, no me puedo mover, no puedo caminar. Estoy amarrado.

A veces me llevan a caminar, pero casi siempre es para llevarme al lugar donde me dan de toques, no me gustan los toques, no sé qué les hice para que me hagan esto, yo no les he hecho nada. Dicen que mi papá no quiere pagar y que por eso me tienen que dar mis toques, para que aprenda, pero yo no les hice nada. Siempre que me llevan a caminar termino orinándome, no me gustan los toques, no me gusta que me peguen, me duele, me duele mucho.

No sé cuánto les debe mi papá, pero si ha de ser mucho para que me traten así de feo. Hay días que quisiera ya no despertar, la verdad ya no aguanto.

No sé cuántos días llevo aquí, quise empezar la cuenta pero me desmayé, y desde ese momento me perdí en el tiempo.

He sentido mucho dolor desde que estoy aquí, pero lo más feo fue cuando me arrancaron mi dedito, ay, nada más me acuerdo y se me enchina la piel y siento de nuevo el dolor en mi dedo. No recuerdo como fue, pero si recuerdo que fue con unas tijerotas, bien grandotas, de esas que usan los polleros. Siempre me tienen los ojos vendados, aun no me explico porque ese día me dejaron ver. Me salió rete harta sangre, lloré y lloré, hasta que ya no pude más, no sé qué hicieron con mi dedito, solo escuché que era para darle una lección, pero si yo ni me muevo, yo no me porto mal, no sé porque me hacen esto. Si yo nos les hice nada.

A veces me dan como ganas de platicar con las personas a mi alrededor, solo escucho que se hablan entre ellos, se ríen y se gritan cosas que poco a poco voy dejando de entender. Quisiera no ser un objeto, quisiera que me preguntaran algo; les podría platicar de cuando el Juan se metió al salón de los maestros y se robó unos chocolates que nos comimos todos, atrás de los baños. Ese fue uno de los recreos más bonitos que he tenido; o también les podría platicar de cuando agarramos a la lagartija gigante, la que metimos en la botella y se las estuvimos enseñando a todas las maestras, hasta que Miss Echeverría nos vio y con un gesto entre dulce y enérgico, nos dijo que nadie tiene derecho a estar encerrado, que todos tenemos derecho a la libertad y ser libres, que no nos gustaría que a nosotros nos encerraran y que no pudiéramos a ver nuestra familia, que la dejáramos para que se fuera y siguiera siendo feliz.

Por qué no está Miss Echeverría, porque no les dice que tengo derecho a ser libre, ojala estuviera aquí y les dijera que me dejen para que me fuera y siguiera siendo feliz.~

 

Leer entrevista de Dante Vázquez a Everardo Martínez Paco “Perro Rabioso”