Piedras sobre mi tejado
Un texto de Manuela della Fontana.
«¿A ti qué te importa?», los escucho decir. Tú no eres como ellos. [… ] Tan ellos son como yo que los lloro. No como sus padres ni sus compañeros, porque no los conocí. Los lloro como compatriotas, como mexicanos, sencillamente.
«Gente tan pesada que no hay tema de conversación que se les escape, tema del que no sean capaces de soltar cuatro o cinco parrafadas contundentes».
«Desde hace unos años, las antes llamadas clases medias en los países del sur de Europa han visto cómo sus salarios son congelados o incluso reducidos […] Desde el status quo político nacional e internacional se ha defendido que son ajustes necesarios.»
«En una sociedad, la que sea, donde todos nos parecemos, explorarnos a placer y a consciencia nos permite conocernos, marcar nuestra individualidad. Excluirnos de todo y de todos.» Un texto de Adrián L. Alexander
«Después de acabarme la comida china y al final del partido me di cuenta de que el azote en el trasero de María no correspondía a mi perfil. No se puede ir por el mundo soltando respuestas que nadie se espera.»
«No sé vosotros, pero yo si de alguien desconfío es de esa gente demasiado perfecta, esos tipos que lucen perenne sonrisa de oreja a oreja y que no se despeinan ni aún cuando un vendaval sobrevuela sus cabezas. Gente por lo demás impecable, incluso cuando bajan a comprar el pan y cuyas vidas de color de rosa parecen salidas de un anuncio pijo de Ferrero Roché.»
Miguel Antonio Lupián Soto (Ciudad de México, 1977) es escritor y editor de Penumbria, una revista electrónica de cuentos fantásticos. Nos da su opinión sobre el futuro del cuento, dónde y cómo se lee y si internet ha acercado el cuento a los lectores. Aprovechamos y le pedimos que nos contase un cuento. Aquí sus respuestas.
«Fracasar es más una forma de estar, de situarse en el mundo, donde se puede ver a Penélope tejer y destejer una y otra vez, no para inmutarse, sino para experimentar el cambio, el movimiento de algo que se está transformando.
En estos días donde las economías se desploman, donde la crisis es la vertiente del mundo, lo que estamos viendo es el movimiento mismo, el cambio de un estado a otro que lejano está de ser una mera idea mecánica, pues todo lo que busca automatizarse no fracasa, sólo tiene márgenes de error. ¡Quizá sería bueno empezar a humanizar los conceptos y la vida misma! ¡Quizá sería bueno romper con la idea de la producción y de la máquina para que el hombre dé con eso que se llama felicidad!»
Un texto de Moisés Martínez Ayala.
El lenguaje crea mundos, y el éxito o el fracaso no existían hasta que el hombre los ha creado. «Sin querer, o queriéndolo, hemos convertido el mundo en una cosa, hemos convertido nuestros hogares en cosas, hemos convertido nuestras existencias en cosas, lo que hacemos, lo que amamos, tiene precio en el mercado. Nuestra vida va camino obtuso de volverse una cosa. Una cosa, y las cosas se compran, las cosas se gastan, las cosas se tiran.» Un texto de Leonardo Vergara.
«Es frustrante, molesto como un picor de huevos. En mi caso el fracaso es no tener los huevos para dejarlo todo. Y me viene a la mente Lester Burnham, el protagonista de American Beauty. Lo dejó todo, se fue a trabajar al McDonalds, se buscó un dealer de porros y se masturbaba en la ducha. El momento del baño era su mejor momento del día, según él mismo.» Dónde reside el fracaso, según Adrián L. Alexander.
«Hay una escena en la Guerra de las Galaxias en la que Yoda le dice a Luke algo parecido a “Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”. Cuando escuché esta frase por primera vez, pensé bastante en ella.» Sara Barberá Sánchez reflexiona sobre los fallos y el corto plazo cuando se intenta hacer algo nuevo.
EL 16 DE Enero de 2013 se anunció el fichaje de Pep Guardiola por el Bayern Münich. Después de dejar el Barcelona, un año atrás, el entrenador símbolo de uno de los mejores equipos de la historia se dedicó a viajar por el mundo dando conferencias y aprendiendo alemán. Se decidió por el equipo más poderoso del país más poderoso de Europa.
Sobre el amor y nuestra incapacidad de demostrarlo. Un texto de Christian González Pessoa, acompañado de una ilustración original de Cristina Sánchez Reizábal.