Por qué debe llevar una brújula a Marrakech
Una carta de viaje de Pedro Alcoba
ALGUIEN A QUIEN aprecio y admiro me dijo una vez que los viajes no cobran sentido hasta que no se cuentan, así que este pequeño artículo cuenta un pequeño viaje a Marrakech, en primer lugar, y en segundo explica por qué es un lugar al que llevar una brújula y no un mapa. [1]
¿Por qué Marrakech?
Los países árabes han sido relegados como destinos turísticos debido a la lacra del terrorismo. Ya no quedan tantos países de ese ámbito que puedan dar garantías de seguridad.
Sin embargo, o precisamente por ello, es el tipo de país que un europeo debe visitar. No habrá mejor ocasión para conocer una cultura que está en las antípodas de la suya, recorriendo apenas un par de miles de kilómetros.
Le hablarán del exotismo y variedad de los aromas y colores de los zocos, de la belleza de las mezquitas y de la finura de su artesanía. Olvídese de todo esto. Es otra cultura, eso es todo lo que necesita saber. Los descubrimientos vendrán por sí solos. Y el primero de ellos será que…
Los preparativos del viaje cuando no hay preparativo posible
“Ah, sí. La vida es asombrosa. Nada ocurre nunca como nos imaginábamos. (…) En cada esquina tropezamos con lo inesperado.”
Paul Bowles (El cielo protector)
Cuanto más diferente e inesperado es un lugar, cuando menos cercana su cultura, más se prepara el viajero. Es una idea razonable y lejos de mi intención echarla abajo. Lleve medicinas, algún seguro y tenga bien localizada toda su documentación. Ahora bien, no piense que eso le va a servir la primera vez que pise Jemaa el Fna [2] y empiece a escuchar los cantos, gritos, el bullicio y el movimiento de las corrientes de gente que la atraviesan de un lugar a otro.
Me confieso un escritor y un viajero de mapa. En lugares emblemáticos como Roma [3] me ha dado buen resultado. Ahora bien, transite el zoco un par de veces y verá que lo que necesita no es tanto saber dónde está, sino cómo salir de ahí. ¿Cuál es el truco? El truco es que los zocos están pensados para sumergir al visitante en una experiencia de la que cuesta salir. ¿No le ha pasado nunca que ha entrado en El Corte Inglés y no encuentra la puerta de salida? Multiplique esa experiencia por 100 y tendrá una idea de lo que es pasearse por los zocos de Marrakech. No luche contra ello, perderse en el zoco es parte de la experiencia. Le obligará a preguntar y descubrirá que…
La relación humana es el comercio y el comercio es la relación humana
“—Árabe, Momo, quiere decir
«abierto desde las ocho de la mañana
hasta la medianoche, incluso los
domingos», en la tienda de comestibles”.
Eric-Enmanuelle Schmitt (“El señor Ibrahim y las flores del Corán”)
Las guías le advertirán de que no establezca contacto visual con un vendedor ni le dé la mano, si no quiere que le invite a entrar en su comercio, le ofrezca un té y acabe comprando algo que ni quiere ni necesita. Le dirán que el arte del regateo consiste en ofrecer 1/3 del precio propuesto por el vendedor.
Olvídese de ello. Está en un país en que las tiendas son los vendedores. En Europa las tiendas son grandes empresas y los vendedores son sus extremidades. En Marrakech, el vendedor debe su éxito a su reputación. Así que la propia relación humana que establece es parte de su comercio, no está vendiéndole un objeto tan solo, está vendiendo su persona y su oficio. Por supuesto, cada venta será una conversación. Aprenda a disfrutarlo. Usted sabe que no está haciendo amigos, solo comprando, pero si se quedara el tiempo suficiente, créame, acabaría haciendo amigos…
La ventaja es que, muy cerca de Marrakech, hay un lugar en el que puede encontrar justo lo contrario. Ese lugar se llama…
El desierto. Y punto
“El desierto no tiene moral. Por eso, nada de lo que te ha enseñado la sociedad te sirve cuando te enfrentas a él.”
Alberto Vázquez-Figueroa
Si quiere enfadar a un bereber, hágale saber que su casa no es un hogar civilizado. Los bereberes son gente extraordinariamente hospitalaria. Por supuesto, el comercio forma parte de la hospitalidad, pero ya hemos dicho el comercio es parte de la relación. Una experiencia extraordinaria es acceder a una vivienda hecha de adobe en Ait Ben Haddou, sentarse a degustar un té, y sentirse como en casa. [4]
Pero esto es solo la antesala del lugar por excelencia al que llegar: el desierto.
¿Qué es civilización? ¿Una lavadora? ¿Una televisión o una radio? En el desierto no las encontrará. Ahora bien, si por civilización entendemos aprender a respetar, recibir y comprender al otro, ha llegado al lugar. Este fue mi encuentro con el desierto:
Las dunas que acometen los dromedarios proyectan sombras sinuosas.
Cabalgo entre la urgencia de lo práctico y los sentidos a flor de piel.
Me dejo abrazar por la noche, el cielo estrellado me cubre y protege. El desierto sorprende, acoge y florece.
Pero es tiempo de volver, y ya habrá descubierto por qué…
Lo que necesita es una brújula, no un mapa
Mi primer día en Marrakech, me estafaron vendiéndome un mapa. No fue que me cobraran mucho -aunque seguro que lo hicieron-, es que un mapa no vale mucho en Marrakech. Esta ciudad ha sido almorávide, almohade, benemerí, saadí y alahuita, y todos ellos han dejado en ella sus huellas. [5] ¿Quiere descubrirla?
La primera búsqueda es interior: supere sus prejuicios, despierte su brújula interior. Solo entonces comprenderá esta ciudad siempre cambiante, encuentro permanente de gentes, comerciantes, turistas, razas, etnias y personas. No está claro qué significa Marrakech. Unos dicen “Tierra de Dios”, otros “Vete rápido” [6]. Su verdadero significado me lo dio uno de sus habitantes: Marrakech significa “Tierra de todos”.
Que la disfrute.~
Referencias:
1. Hay quien dice que hay escritores de mapa y escritores de brújula, y los que creemos que viajar y escribir están relacionados también podríamos establecer esta distinción entre los viajeros. http://sevilla.abc.es/hemeroteca/historico-26-11-2004/sevilla/Home/javier-marias-escribo-con-brujula-y-no-con-mapa-como-hace-la-mayoria%3B-si-no-me-aburro_963632761186.html
2. Plaza central de Marrakech, centro de puestos de mercancías tan diversas como el propio Marrakech, con atracciones diversas como encantadores de serpientes, amaestradores de monos, músicos, acróbatas e infinidad de vendedores. La traducción del nombre “Asamblea de la aniquilación”, hace referencia a que en ella de colgaban las cabezas de los ajusticiados. Macabro origen del término, pero su presente no guarda ninguna relación con él. http://www.jemaa-el-fna.com/es/historico/
3. https://vozed.org/cartasdeviajes/roma-el-pueblo-la-religion-y-el-arte/
4. Sorprende que nadie haya hecho juegos de palabras con ksar (agrupación de construcciones que constituye una ciudad fortificada), kasbash (construcción en forma cuadrangular que constituye una ciudadela defensiva) y el castellano “casa” https://es.wikipedia.org/wiki/Ksar_de_Ait_Ben_Hadu
5. https://www.disfrutamarrakech.com/historia
6. https://www.ecured.cu/Marrakech
Me ha gustado mucho el artículo, aunque creo que Marruecos no sería el primer destino que no conozco al que viajaría. Quizá por eso que dices de los prejuicios. Espero con gana próximos reportajes sobre ciudades, ya disfruté del de Roma (y de Roma misma 😉
Bonitas fotografías también, BTW
Me alegra que te haya gustado. En efecto, los destinos de países árabes van perdiendo atractivo por la seguridad, yo lo considero fundamental precisamente por el contraste respecto a los europeos.
Muy buen artículo Pedro; y muy cierto que en Marrakech (bueno, y en prácticamente cualquier lugar de Marruecos) se necesita más una brújula que un mapa (aunque yo soy mucho de mapas, supongo que un poco por deformación profesional, por considerarlo el principal testigo del desarrollo de una ciudad. De hecho estoy desarrollando un mapa de Fez que mi trabajo que me está costando).
Una apreciación: la palabra “casa” nadie la ha relacionado con kasbah supongo porque en primer lugar tiene origen latino, creo, y en segundo porque tanto kasbah como ksar tienen su correspondencia en español. al kasbah -> alcazaba y al ksar ->alcázar.
Lo de las kasbahs es un término curioso; es de origen árabe, pero terminó adoptándose dentro del bereber, aunque se diferencian mucho. Las kasbahs árabes (las que tenemos en españa, o las de las medinas por ejemplo) son ciudades fortificadas cuya intención es ser punto de inicio de una ciudad. Allí era donde vivía el gobernador y tenia un sobredimensionado, por ejemplo, para que si había un ataque los ciudadanos pudieran refugiarse allí. Una ciudad amurallada dentro de otra ciudad más grande y también amurallada.
Sin embargo, las kasbahs cercanas al desierto (además de tener un material diferente que se degrada con el tiempo) tenían más bien la intención de controlar las rutas comerciales. Más que como punto de inicio del desarrollo de una ciudad ejercían como punto de control dentro de una ruta ya existente. Por eso las kasbahs árabes suelen estar encajonadas dentro del tejido urbano y las bereberes se encuentran sobre todo aisladas.
Discúlpame por una explicación tan detallada. Espero que no haya resultado un tostón!
En otro orden de cosas, ya que hablas de Marrakech me gustaría adjuntarte en el comentario nuestra guía, que te animo a que consultes por si vuelves a ir en un futuro a Marrakech y que por favor valorases para incluirla como referencia/enlace sugerido.
https://www.sientemarruecos.viajes/marrakech/
Saludos!
Hola Rafael.
Gracias por tu comentario. Me alegra que mi contribucion haya tenido eco en un buen conocedor de la ciudad. Es muy interesante la distinción que haces de las kasbash y la precisa traduccion de los términos. Tal y como describes yo solo vi kasbash bereberes. En cualquier caso tu comentario es esclarecedor.
No me corresponde a mí publicar o no un enlace, pero en Vozed te lo han publicado en el comentario. He echado un vistazo a tu página y tiene información útil e interesante, para mí y para quien visite Marrakech. Y tenéis una redactora ceutí, además. Mucha suerte.