Maremágnum | Reseña
Reseña de Laura Podadera #literaturaDigital
OBRA DE PROSA poética o poemas en prosa que empieza sin contemplaciones, no hay presentación o prólogo a modo de orilla, sino que te lanza directo al agua. Tengo en la boca un nombre es el primero de los seis capítulos en los que se divide. Le siguen Figura de dos cabezas, Figura de dos cabezas. Ciclo AkanFante, Maremágnum, Variaciones impeorables y Versos ocultos y versiones para la radio.
Cada uno de ellos empieza con una cita que contiene, en su forma primitiva, aquello sobre lo que a continuación Alejandro Tarrabbasa el capítulo en cuestión; podría entenderse esta presentación como una toma de contacto que nos ofrece con aquello que despierta su inspiración.
Esta obra de Alejandro Tarrab, México, 1972, ha sido publicada por Stomias·Boa.
Es autor de seis libros más y parte de su obra ha sido traducida a más de cinco idiomas. Alejandro Tarrab es un autor reconocido en Latinoamérica dentro de lo que no calificaría como poesía moderna –nombre que a priori resta credibilidad a la calidad poética de la obra, ya que cada vez más viene siendo asociado a poesía fácil, rápida, incluso vacía, y no con lo que debía ser su verdadero significado: una poesía transgresora, que supera reglas y convencionalismosrespondiendo a una nueva sensibilidad, a una sensibilidad moderna (de nuestro tiempo)–. Aclaración tras la cual, reitero, no calificaría la poesía de Tarrab como poesía moderna, sino como nueva poesía, ya que este nombre refleja mejor el cambio de sensibilidad que se le atribuye.
Tengo en la boca un nombre
El poema Lo que te digo se deshace en el aire, viene tras la cita de un texto breve de Pascal Quignard en el que podemos leer «El silencio es una suerte de estrépito ensordecedor». Alejandro Tarrab nos habla de cómo las palabras nacen en las entrañas y suben como salmones contra la corriente, abriéndose paso a través de todos los miedos, de todos los obstáculos, hasta llegar a nuestra boca para desovar todo su significado y morir. Cómo muchas de ellas muerenrío arriba, sin ser capaces de llegar nunca a nuestra boca. Silencios que no son vacíos, sino cementerios de lo que no pudimos decir.
Figura de dos cabezas
Poemas para recapacitar sobre la muerte, no la física o corpórea, sino aquella que se cierne sobre nosotros cuando vivimos con miedo, con agonía; sin poder percibir la belleza que está en todas partes, incluso en la tristeza y en el sin sentido o el sufrimiento, que son, al fin, padecimientos de estar vivo.En esto podría verse, si se quiere, un guiño a Borges y a su «prefiero ser feliz y desdichado, que no ser ninguna de las dos cosas».
Alejandro pinta en sus poemas jardines de granadas y flores, de árboles que flotan como fantasmas en la pieza (o habitación) de un hombre de múltiples nombres; y utiliza la paleta de colores que ofrece la exuberancia de la vida y la putrefacción del tiempo, presentes como están, siempre a la vez. Textos que evocan imágenes siniestras e inquietantes en una suerte de escenario onírico que Tarrab intenta compartir, a veces de un modo más claro y otras, a un nivel tan intimista, que resulta ininteligible al otro –el lector–.
Figura de dos cabezas. Ciclo AkanFante
Consta de una serie de poemas conectados entre sí que hacen de baldosasdeun misteriosocamino que mientras lo descubre, el lector no sabe a dónde va y después de recorrerlo, no sabe realmente a dónde le llevó. Habla de decepción, de apego, del tiempo y la tecnología, entre otras temas. Leyéndoloqueda cierta sensación de orfandad, como si el autor te hubiera soltado de la mano y te sintieras perdido en la inmensidad del bosque en el que te ha adentrado.
Son poemas muy personales, historias íntimas que parecen estar escritas en clave, o a modode código secreto entre quienes las han vivido. Esto resulta muy hermoso ya que el lector siente cómo le ofrecen participar de esa intimidad en forma de testigo, pero también, y al mismo tiempo, es frustrante porque el mensaje es descifrable sóloen parte, como una carta incompleta, quedando un sabor agridulce; miel apenas puesta en los labios.
Maremágnum
Oraciones tipo Haykus que, como el propio nombre del capítulo indica, son un maremágnum de advertencias, aunque no en forma de sentencias marcoaurelianas que le hablan al lector con una voz claramente dirigida a él; sino en una construcción propia del significado del lenguaje, permaneciendo en lo que parece ser la identidad de Tarrabcomo escritor: una escritura intimista, a modo derendija ofrecida al lector en la puerta de su significación personal del mundo, resultando un textosólo parcialmente inteligible, aunque conmovedor.
Nos habla de la la percepción, la perversión, enumera «Las fuerzas instintivas perniciosas», nombra “al idiota”, habla del ruido y la confusión. Todas estas partes separadas, pero no inconexas, que componen Maremágnum parecen formar parte de un todo comocrítica a la sociedad de nuestro tiempo; aunque esta interpretación es muy subjetiva. La agitación y la confusiónson las verdaderas protagonistasdeestos textos. El lector se haya ante salpicaduras de luz sobre el agua, o de colores sobre un lienzo; un maremágnum de sentimientos que cada uno de nosotros interpretará de un modo distinto.
Variaciones Impeorables
Alejandro Tarrabutiliza en Variaciones impeorables textos de Primo Levi, Peter Handke o Rilke. En el caso de Primo Levi, por citar alguno, Tarrab escoge La tragedia de un optimista. Le basta con mencionar la fábrica de la Buna y la Torre del Carburo parapresentarnos una escueta pero completa síntesis del odio y los megalómanos delirios que el hombre hizo padecer al hombre.
Un capítulo a la guerra, el holocausto, recuerdos listados, palabras afiladas como cuchillos de doble dentada, tragedias reducidas a seis números… y todo ello saltando de un autor referencial a otro, con textos breves, de oraciones rápidas y contundentes.
Versos ocultos y versiones para la radio
Este último capítulo parece estar compuesto de pequeñas canciones que podría pensarse estaban “ocultas” en algún lugar de Tarrab y que han sido traídas a la luz de esta publicación. También textos que aparecen con anterioridad pero que en esta ocasión son versionados para radio. Versiones que no podemos saber exactamente cómo han sido concebidas por el autor, ya que en esta edición de Maregmágnum solo accedemos a la versión escrita.
A lo largo de toda la obra encontramos enlaces a videos en youtube, indicados con un botón de play al pie de página. Los enlaces están activos pero los videos no están disponibles, de modo que nos quedamos con la curiosidad de ver y escuchar lo que se ofrecía en ese material adicional.
Tarrab deja con ganas de más tras Maremágnum, estoy segura que la lectura de su obra completa debe arrojar mucha luz sobre cada parte de la misma en una retroalimentación que ayude al lector a adentrarse y comprender cada vez mejor el mundo simbólico de Alejandro. Como ejemplo, en la primera mitad del libro, la leche es probablemente el elemento que más se repite en los textos, como símbolo principal en la elaboración de metáforas relacionadas con los sentidos, aunque en la reiteración del recurso éste disminuye algo en su frescura y encanto. En conclusión, la lectura de Maremágnum hace honor a su nombre y cumple su promesa de revolver los sentimientos de su lector, quien a pesar de la confusión y el cifrado de los textos, puede experimentar la sensibilidad poética de Tarrab, mística y ocultista, con un estilo denso y suave, como el gris de un cielo encapotado, que no te dejará indiferente. La puntúo con 3 sobre 5.~
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