Isla Paraíso, de los hermanos Ross | reseña

Reseña de Laura Podadera #literaturaDigital


 

ISLA PARAÍSO ES una obra realizada exclusivamente en formato digital. Novela gráfica de los hermanos Alonso y Amadís Ross (México, 1979), y editada Incunables, que pretende difundir el trabajo de autores y artistas marcados por la influencia del lenguaje tecnológico, apostando por la amplia gama de proyectos que incluye la cultura digital. Los dibujos son de Alonso Ross dibujante y ceramista, toda su obra, tanto gráfica como cerámica, está ligada al cómic. Su trabajo contiene influencias lovecraftianas así como del dibujante de manga y director de anime Katsuhiro Ōtomo. Amadís Ross es escritor y editor, diplomado en Creación Literaria por la Sociedad General de Escritores de México. También imparte cursos de cuentos, guiones y música. Incunables (primera edición 2016) es una producción del grupo CDD (Centro de Cultural Digital).

Con una estética de cómic, las viñetas hablan por sí solas. La historia está contenida en los dibujos, que son de gran detallismo. El texto es un extra, un barniz que se le añade a la gran expresividad de los gráficos.

Isla Paraíso cuenta la historia de un éxodo a través de su personaje principal, un oficinista que trata, por medio del engaño, de burlar los controles militares establecidos para evitar el paso de la muchedumbre. El protagonista, por casualidad, unirá su suerte en esta diáspora a la de una mujer perteneciente a la antigua clase dirigente u oligárquica, que ahora se ve inmersa en la misma situación desesperada que el resto de los ciudadanos más humildes en su intento por llegar a Isla Paraíso, al parecer, una tierra prometida donde se puede estar a salvo.

Estos dos personajes protagonistas, primero cada uno por su cuenta y más tarde juntos, pasarán por multitud de adversidades teniendo que transitar por un largo camino de inhóspitas tierras desérticas atestadas de vehículos parados y de personas agolpadas que intentar cruzar los puestos militares. Allí les exigirán la documentación pertinente para dejarles cruzar. Todos aquellos que no la tengan serán contenidos por las fuerzas militares, que no tendrán ningún escrúpulo a la hora de usar la violencia más contundente para ello.

Esta obra es sin duda una denuncia que supera la localización de la historia. Es, en realidad, una denuncia a la sociedad de nuestro tiempo en la que los intereses geopolíticos de los gobiernos y de los grandes poderes económicos están muy por encima de la solidaridad entre pueblos y sociedades. Muy por encima de la propia humanidad. En Isla Paraíso queda nítidamente expuesta la vergüenza de este siglo, extrapolable desde la realidad mexicana a cualquier otra realidad de Occidente, donde los dramas vividos por pueblos enteros son insignificantes daños colaterales y las vidas que quedan por el camino en busca de una oportunidad de futuro no valen nada.

Esta historia breve, sin artificios ni discursos moralizantes consigue tan sólo a través de sus dibujos y su escueto texto, contar el doloroso éxodo que padecen en nuestro tiempo sociedades enteras. Además, en sus pocas páginas acierta a dibujar también cómo en esas situaciones de desesperación y de lucha por sobrevivir, las víctimas de estos dramas se convierten con gran frecuencia en fieras sin piedad unas para las otras, poniendo a examen la propia naturaleza humana.

A nivel estético las líneas de los dibujos son duras. Se alternan paisajes limpiamente detallados con rostros de expresiones exageradamente marcadas a base de trazos cortos y muy próximos. A pesar de que Alfonso Ross tiene colecciones de dibujos muy hermosos, en Isla Paraíso no destacan por su belleza. Sin embargo, es evidente la destreza en su ejecución y la intencionalidad en la fealdad de ciertas expresiones en los rostros hasta incluso poder decir que esa fealdad es otro de los personajes principales de la historia. Hay también en algunos de sus dibujos elementos incoherentes o partes que parecen no pertenecer al todo, llegando incluso a percibirlos como inconexos. Ese toque ilógico que tiene disperso entre sus dibujos pudiera entenderse también como intencionado, ya que consigue zarandear al lector con parte de la confusión que se vive en la historia. A fin de cuentas, la combinación de todos los elementos estéticos es un éxito para transmitir al lector el tiempo detenido en los paisajes insoportablemente calurosos, así como en comunicarle las emociones de los distintos personajes, ya sean de confusión, claustrofobia, miedo, ira… y un largo etcétera. Isla Paraíso consigue, en sus pocas páginas y con muy poco texto, comunicar todo el drama humano y social contenido en su historia. ~