Lo que hicieron para merecer esto | día 22
Krasnodar, tierra de cosacos, es la gran ciudad en la estepa de Kubán, el ancho y apacible río sobre el que se asienta, y no llega al millón de habitantes. Fue Catalina la Grande la que la fundó a finales del Siglo XVIII con la intención de traer el despotismo ilustrado hasta estas tierras.
No ha sido el Mundial de Fútbol quien ha puesto a Krasnodar en el mapa futbolístico, sino el FC Krasnodar, que lleva cinco temporadas consecutivas quedando entre los cinco primeros equipos de la Liga Rusa, y tiene en sus filas al goleador nacional: Fedor Smolov. El moderno Krasnodar Stadium es un cilindro de cemento con capacidad para 35.000 espectadores que recuerda la arquitectura soviética, pero su campo de entrenamiento, rotulado con carteles de la Selección Española que ha estado concentrada aquí, una belleza que confirma el buen hacer de la Federación.
Pero hoy vamos a repasar la actuación de la Selección Argentina en uno de los peores Mundiales que se le recuerden. Para encontrar un Mundial en el que nos hayan marcado más goles que los que hemos hecho, hay que remontarse al de Alemania ’74, con aquella goleada 4-0 de la Naranja Mecánica de Cruyff. Aun así, fuimos 9º en Alemania, y hemos sido 16º en Rusia. La emoción de la clasificación agónica contra Nigeria y el amago de remontada contra Francia, es lo que barniza una crítica que, desde lo futbolístico, es demoledora. Así vimos a los jugadores que fracasaron en este Mundial:
Franco Armani (5): La lesión del “Chiquito” Romero y el desastre de Caballero lo hicieron debutar con la camiseta Argentina en un Mundial, salvó el primer partido con el aliento del público, pero no paró ni un solo tiro de los franceses.
Gabriel Mercado (6): Siempre suplió su falta de calidad con empuje y veteranía. No aportó mucho en ofensiva, pero fue clave en el gol de la clasificación, y fue de los pocos que no desentonó frente a Francia.
Nicolás Otamendi (6): Un central de jerarquía. Cometió errores dentro del cambalache defensivo que fue la Argentina y, lamentablemente, no pudo concretar nunca su buen juego aéreo en ofensiva.
Marcos Rojo (6): Se lo extrañó contra Croacia y la rompió contra Nigeria, pero no pudo parar a Mbappé y compañía, venía de una larga lesión y eso lo privó de dar un mejor nivel en este Mundial.
Nicolás Tagliafico (5): Se convirtió en titular indiscutido gracias a su templanza, aunque no aportó nunca en ataque. Soñará toda su vida con Kylian Mbappé, que lo pasó por izquierda, por derecha, por arriba, y por abajo.
Javier Mascherano (5): La misma garra y el mismo temperamento de los últimos tres Mundiales, el líder espiritual del equipo, pero lento y mal con la pelota, lo sintió mucho Argentina en la generación de juego desde el mediocampo.
Enzo Pérez (4): No estaba en la lista de los 23 y la lesión de Lanzini lo llevó al Mundial. La lesión de Biglia y el desconcierto de Sampaoli lo convirtieron en titular. Ya no tiene el nivel competitivo necesario para ser titular con la albiceleste.
Éver Banega (7): El mejor jugador argentino en este Mundial. Sin él, Argentina no existió contra Croacia. Fue el único que manejó la pelota en el medio con criterio, incluso presionado por el poderoso mediocampo francés.
Ángel Di María (5): Tremendo golazo y demostración de amor propio contra Francia. Pero el resto del Mundial fue una sombra, como si la Argentina no tuviese banda izquierda.
Lionel Messi (6): Es tan pero tan bueno, hace cosas tan geniales con la pelota, que no se lo puede calificar peor. Sin duda, toda la esperanza de la Argentina pasaba por ese pie izquierdo, pero esa presión nunca ha servido para que Messi se haga más grande.
Sergio Agüero (6): Tercer buen Mundial del Kun. Pero nada más que eso. La culpa no ha sido suya, Sampaoli lo sacaba y lo ponía sin ton ni son. Con dos goles, fue el goleador argentino.
Wilfredo Caballero (3): Su horror contra Croacia destrozó moralmente a un equipo que estaba en la cornisa. Además, nunca transmitió seguridad, su salida del equipo fue un alivio.
Nahuel Guzmán (-): No estaba en la lista de 23 y la lesión de Romero le dio el premio de estar en un Mundial. Un partido más y quizás le tocaba atajar a él también.
Federico Fazio (4): Entró 45 minutos contra Francia y empeoró aún más el desajuste defensivo. Su error tocando atrás ante la salida de Armani, que casi convierte Griezmann en gol, cambió la psicología del partido en un momento clave.
Eduardo Salvio (6): Fue lateral-volante en una defensa que a veces era de tres y a veces de cuatro. Llegó con peligro por la banda derecha, cumplió en los primeros partidos, es posible que Francia también a él le hubiese quedado grande.
Marcos Acuña (6): Hizo un primer tiempo bárbaro contra los croatas, peleando, llegando, mordiendo. Después de lo de “Willy” Caballero se derrumbó como todo el equipo.
Cristian Ansaldi (-): Ni un minuto jugado. Pero allá en Kazán, vimos a un fanático ruso con su camiseta número 3 del Rubin, así que, al menos, nos aportó algunos hinchas locales.
Maximiliano Meza (4): La más incomprensible de las decisiones de Sampaoli, insistir una y otra vez con el pibe Meza, que no conseguía ni desbordar, ni gambetear, ni pasar, ni tirar.
Lucas Biglia (4): Seguramente venía lesionado, sino no se explica que haya hecho un partido tan malo contra Islandia. Su ausencia fue importante en el equipo, quizás con él Banega hubiese podido dialogar mejor.
Paulo Dybala (5): Entró un rato contra Croacia y sus ganas se convirtieron en goles croatas. En cualquier caso, nos hubiera gustado ver más a Dybala, y menos a Pérez o Meza.
Giovani Lo Celso (-): Sampaoli no le dió ni un minuto cuando necesitábamos un volante de primer nivel mundial que supiera con la pelota. Es el más joven de la plantilla y tendrá que liderar la nueva camada de jugadores.
Cristian Pavón (6): Talento en estado puro. Cada vez que entró, revolucionó el partido por la banda en la que lo pusieran. No estaba para todo el partido contra Francia, y eso pesa en su calificación final.
Gonzalo Higuaín (5): Fue mediocre lo del “Pipita”. Sampaoli tuvo que echar mano de él porque la Argentina no jugaba y tiraba pelotazos. Bajó algunas, dialogó con Messi, pero cuando tuvo su oportunidad, la volvió a tirar a la tribuna.
Jorge Sampaoli (3): Se lo notó completamente desconcertado con la formación y el estilo del equipo, y eso se lo transmitió a los jugadores, que lo reemplazaron a base de tesón. En las Eliminatorias no había tenido tiempo para trabajar, pero para el Mundial sí, y fracasó estrepitosamente.
Andrés Margolles. Krasnodar, 05-07-2018
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