España: Vivir el fútbol como si fueras el Director de RRHH de una Empresa | Rusia 2018
Por Francisco Romero Herrero
SI FUNCIONAN LOS de arriba ganaremos el mundial. Así titulé mi primera entrada hace unos días. Evidentemente, me refería a Diego Costa, Rodrigo y Aspas, pero me van a permitir hacer el malabarismo literario y decir que yo tenía razón: los de arriba la han cagado pero bien.
Si Lopetegui se pasó la Ética de la Responsabilidad por el forro, Rubiales tiró del manual de Weber y llevó la convicción hasta las últimas consecuencias. Resultado: un ridículo planetario y los rivales frotándose las manos. Es cierto que ha habido más ridículos históricos: La Francia de Domenech, el jeque kuwaiti bajando al campo para anular un gol en el mundial de España 82, el 7 a 1 de Alemania a Brasil (lo sé, éste ha sido un chiste cruel)… pero, es difícil superar el tiro en el pie que nos hemos dado a dos días de jugar contra el campeón de la Eurocopa.
Yo me imagino que si lo que ha hecho Lopetegui lo hubiera hecho Lopetezzi, entrenador de Argentina, estaría encerrado en la Embajada Argentina en Moscú, con un asedio que duraría hasta el sábado que arranca la albiceleste contra Islandia. Si Lopetegui fuera Lopetao, entrenador de la canarinha, le hubieran hecho volver andando hasta Río. Aquí, en España, somos más del Twitter y del WhatsApp, sin grandes dramas. Oye, que lo del Mundial está bien, pero que en veinte días me piro, ha sido un placer. Y todos a repartir memes a diestro y siniestro.
Por eso, la selección española, por más que ahora esté entre los 5 favoritos del Mundial, no puede considerarse una de las grandes. Sigue sin oler de cerca lo que supone un Mundial para Argentina o Brasil y ni se acerca a lo que sienten en Alemania o en Inglaterra. Por un lado, mejor, soy un gran partidario de la moderada exaltación en el fútbol y huyo de los que lo ven todo a vida o muerte o piensan que conmigo o contra mí. Pero, por otro, nos pasan cosas como estas: ser seleccionador nacional es solo una profesión, un cargo puntual, un escalón en otras metas profesionales. Es decir, vivir el fútbol como si fueras Director de Recursos Humanos de una empresa. Mejor dicho, matarlo.
¿Se puede empezar bien un mundial descabezado y con todo un país desilusionado y escéptico? Lo dudo mucho. Ahora bien, estamos empezando a acostumbrarnos a vivir descabezados. En 2016 estuvimos 9 meses sin gobierno y ni se notó. ¡Y en Catalunya llevan años! Cosas más raras se han visto o si no que se lo pregunten a la Dinamarca que tuvo que dejar las chanclas y las toallas en la playa para ganar la Eurocopa del 92.
Por mi parte he prometido no volver a twittear de fútbol si ganamos el Mundial. Eso sería tocar el cielo para España, pero sobre todo sería una gran noticia para todos los que me preguntan: Pero, Paco, ¿cómo te puede gustar tanto el fútbol con lo intelectual que eres? 🙂
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