España no llega ni al psicólogo

De Dresde a Berlín son sólo 200 kilómetros, llegamos a la capital de Alemania por primera vez para tomar el tren hacia Hannover. Es un gusto viajar en los trenes alemanes, éste sí sale y llega puntualmente, sólo realiza una parada, en Wolfsburgo, para algunas la ciudad de la Volkswagen, para nosotros la del equipo que secuestró a una de las últimas perlas del fútbol argentino, Andrés D’Alessandro, el inventor de “la boba” y al que esperamos verlo pronto entre los más grandes.

De vuelta en Hannover, esperando por el España-Francia, vemos la evolución de Brasil, de menor a mayor. Ni bien comienza el partido un pase de Kaká para Ronaldo y éste que define con la clase acostumbrada, es su tercero y el 1 a 0 para Brasil. En la siguiente lo tiene Adriano, en offside, pero ni pasa ni define. La defensa ghanesa no puede con el contraataque brasileño, pero adelante Amoah está haciendo estragos. Lucio gana de arriba en el área contraria pero no está en la suya y Draman conduce un ataque peligroso. El primer tiempo entrega el ida y vuelta esperado. Cabezazo a quemarropa del gran central John Mensah que da en los pies de Dida. Y en el último minuto, una pared Appiah-Muntari se queda corta en la puerta del área, la contra los encuentra solos a Kaká y Cafú, y el centro lo empuja Adriano, otra vez en offside. Partido liquidado. En el segundo tiempo, Ghana toca y toca, se aproxima, pero Brasil está muy cómodo, como Argentina contra Costa de Marfil. Roberto Carlos, mano a mano, la estrella contra el inseguro Kingston. Una apilada de Appiah culmina con un buen disparo de Gyan y una gran atajada de Dida. Lo que quedaba de partido lo arruina el árbitro Lubos Michel al expulsar a Asamoah Gyan por un par de tonterías, un pelotazo a la tribuna y tirarse a destiempo buscando un penal. Brasil aprovecha para firmar el 3 a 0, Zé Roberto se encuentra de repente con la pelota y el arco, no hay nadie, a la red. Brasil está en Cuartos de Final con los 4 partidos ganados, 10 goles a favor y 1 en contra, si llega a jugar bien cerramos la puerta y nos vamos todos. Ghana ha sido el mejor equipo africano, en Sudáfrica 2010, cuando esta generación de jugadores haya madurado, será una selección a tener muy en cuenta.

El estadio de Hannover muestra mayoría de españoles, me dicen que viven 20.000 solo en esta ciudad, y yo creyendo que los argentinos en Madrid somos demasiados. España sale a jugar con una lealtad entre hidalga e ingenua, fiel a su literatura. Controla el balón con Xavi pero ataca contra una dura defensa que espera plantada mientras defiende de espaldas y con espacios. Así las primeras situaciones de riesgo son para Francia, Zidane habilita a Henry y su buen centro no lo pueden empujar ni Ribery ni Malouda. Los “gallegos” llegan con un tiro libre de Pernía, y después un córner pasado que volvieron a meter en el área para que Pablo se anticipe y reciba la falta de Thuram, el italiano pitó penal y Villa lo tiró bien abajo a la izquierda, inatajable. Parece que España tiene el partido servido en bandeja, ahora tiene que seguir teniendo la pelota hasta el final. Pero Francia se torna un equipo aún más antipático, Henry, Zidane y compañía comienzan a dar patadas arteras y el árbitro Rosetti mete a España en su arco. Después de un par de salvadas justas de Puyol, una pared volvió a encontrar a la defensa española adelantada y Frank Ribery se plantó solo frente a Iker, lo eludió y definió con gran categoría. Así se acababa el primer tiempo, había que empezar de nuevo.

Y se empezó de nuevo igual, atacaba España con la guardia tan baja que iba convirtiendo a los molinos franceses de la primera fase en gigantes capaces de enfrentar a Brasil. Una combinación entre Zidane y Malouda la tuvo que sacar Iker volando hacia su derecha. Ribery lo rompía una y otra vez a Mariano Pernía que ponía mucho corazón y poco fútbol. Los cambios de Joaquín y Luis García por Villa y Raúl cambiaron poco, apenas alguna internada del andaluz que encaraba siempre que le llegaba el balón. La entrada de Marcos Senna nos hizo pensar en Morientes. Con todo, España tenía la pelota, buscaba, el enésimo despeje francés lo corrió Henry sin ninguna esperanza, buscó el contacto con Puyol y el linesman le cobró falta al catalán. La hinchada española comenzó con el “manos arriba… esto es un atraco…” cansada del artero juego galo. Pero el centro lo desvió Puyol al segundo palo y Patrick Vieira entró solo para cabecearla al gol. Entonces fueron más gigantes que nunca, la hecatombe fue en el minuto adicional, cuando el equipo del Sabio no encontraba siquiera la manera de mandar un centro al área les robaron la pelota en el medio, Wiltord lo habilitó a Zinedine Zidane que tuvo tiempo de acomodarse, dejar pasar a Puyol y definir al primer palo de Iker. Festejo francés por todo lo alto. 3 a 1 sobre España y con gol de Zidane. En Cuartos de Final tendrán que vérseles ni más ni menos que con Brasil, en la revancha de aquella final del 98 que consagró a Francia y a Zidane.

Tener que explicar ahora que Ucrania está en Cuartos y España se tiene que volver a casa es harto difícil teniendo en cuenta el 4 a 0 inicial. Primer partido decisivo y se pierde. Ni noticias del psicólogo. Ni de Raúl, al que el Sabio no dejó hasta el final. Recuerdo la victoria en básquet contra Argentina, a la postre campeona, en los Juegos Olímpicos para luego perder el partido decisivo contra Estados Unidos. Se achacarán culpas a Luis Aragonés, a los jugadores, a la historia, al árbitro. Pero España tiene que mirar para adentro si quiere codearse con los grandes del fútbol, para Brasil, Alemania, Italia o Argentina la selección es lo primero, mucho antes que los clubes, y el país siempre está unido detrás del equipo, sin importar si los integrantes son madrileños, catalanes, vascos o andaluces. En cuatro años hay tiempo para todo.

Hannover, 27-06-2006