Artes secretas de la escritura III: Consejos malditos | Blog VozEd
Ya conoces el Taller de Corte y Corrección, y la historia de los Libros Fantasma, pero sabes que algo más te falta para continuar por el camino de las letras. Así que dejas a un lado el cansancio y la angustia de los días aciagos por los que has pasado y te pones a buscar en la red algunos consejos que te sirvan de guía y estímulo. Todo es búsqueda y encuentro, encuentro y búsqueda: análisis, identificación y transformación, piensas. No, no te detengas ante Nada. Quizás las palabras dejarán de bailar por momentos, ellas también se cansan, pero siempre estarán en ti las necesarias para escribir una historia azul oceánico.
Decálogo del escritor de minicuentos, de José Colina
Uno. Escribir o leer cuentos largos acorta la vida.
Dos. Escribir o leer cuentos cortos no alarga la vida, pero la enriquece.
Tres. En la naturaleza del cuento corto está el ser caprichoso, imprevisible e impuntual. No le gusta ser citado, previsto, preparado. El cuento corto simplemente sucede.
Cuatro. Que no te digan que el cuento corto no es profundo. Replícales con este, cortísimo y de quién sabe quién, que trata de toda la condición humana: “Nació, vivió, murió”.
Cinco. No creas que suprimiéndole palabras a un cuento largo obtendrás un cuento corto. El cuento corto suele nacer ya con su justo número de palabras.
Seis. Un cuento, si corto, dos veces buen cuento.
Siete. Más vale cuento corto volando por los aires que novela larga arrastrándose por tierra.
Ocho. El que a cuento corto mata… quizá de novela larga muera.
Nueve. Un cuento de cincuenta páginas es un cuento corto si está narrado con la máxima velocidad. (Pero debes saber que es dificilísimo, prácticamente imposible, lograr esa velocidad en cincuenta páginas.)
Diez. Dios, si existiera, sería un cuento corto… aunque eterno
Varios consejos, de Ernest Hemingway
- Escribe frases breves. Comienza siempre con una oración corta. Utiliza un inglés vigoroso. Sé positivo, no negativo.
- La jerga que adoptes debe ser reciente, de lo contrario no sirve.
- Evita el uso de adjetivos, especialmente los extravagantes como “espléndido, grande, magnífico, suntuoso”.
- Nadie que tenga un cierto ingenio, que sienta y escriba con sinceridad acerca de las cosas que desea decir, puede escribir mal si se atiene a estas reglas.
- Para escribir me retrotraigo a la antigua desolación del cuarto de hotel en el que empecé a escribir. Dile a todo el mundo que vives en un hotel y hospédate en otro. Cuando te localicen, múdate al campo. Cuando te localicen en el campo, múdate a otra parte. Trabaja todo el día hasta que estés tan agotado que todo el ejercicio que puedas enfrentar sea leer los diarios. Entonces come, juega tenis, nada, o realiza alguna labor que te atonte sólo para mantener tu intestino en movimiento, y al día siguiente vuelve a escribir.
- Los escritores deberían trabajar solos. Deberían verse sólo una vez terminadas sus obras, y aun entonces, no con demasiada frecuencia. Si no, se vuelven como los escritores de Nueva York. Como lombrices de tierra dentro de una botella, tratando de nutrirse a partir del contacto entre ellos y de la botella. A veces la botella tiene forma artística, a veces económica, a veces económico-religiosa. Pero una vez que están en la botella, se quedan allí. Se sienten solos afuera de la botella. No quieren sentirse solos. Les da miedo estar solos en sus creencias…
- A veces, cuando me resulta difícil escribir, leo mis propios libros para levantarme el ánimo, y después recuerdo que siempre me resultó difícil y a veces casi imposible escribirlos.
- Un escritor, si sirve para algo, no describe. Inventa o construye a partir del conocimiento personal o impersonal.
Diez mandamientos para escribir con estilo, de Friedrich Nietzsche
1) Lo que importa más es la vida: el estilo debe vivir.
2) El estilo debe ser apropiado a tu persona, en función de una persona determinada a la que quieres comunicar tu pensamiento.
3) Antes de tomar la pluma, hay que saber exactamente cómo se expresaría de viva voz lo que se tiene que decir. Escribir debe ser sólo una imitación.
4) El escritor está lejos de poseer todos los medios del orador. Debe, pues, inspirarse en una forma de discurso muy expresiva. Su reflejo escrito parecerá de todos modos mucho más apagado que su modelo.
5) La riqueza de la vida se traduce por la riqueza de los gestos. Hay que aprender a considerar todo como un gesto: la longitud y la cesura de las frases, la puntuación, las respiraciones; También la elección de las palabras, y la sucesión de los argumentos.
6) Cuidado con el período. Sólo tienen derecho a él aquellos que tienen la respiración muy larga hablando. Para la mayor parte, el período es tan sólo una afectación.
7) El estilo debe mostrar que uno cree en sus pensamientos, no sólo que los piensa, sino que los siente.
8) Cuanto más abstracta es la verdad que se quiere enseñar, más importante es hacer converger hacia ella todos los sentidos del lector.
9) El tacto del buen prosista en la elección de sus medios consiste en aproximarse a la poesía hasta rozarla, pero sin franquear jamás el límite que la separa.
10) No es sensato ni hábil privar al lector de sus refutaciones más fáciles; es muy sensato y muy hábil, por el contrario, dejarle el cuidado de formular él mismo la última palabra de nuestra sabiduría.
[pullquote]Te pones a buscar en la red algunos consejos que te sirvan de guía y estímulo[/pullquote]
Mandamientos de Henry Miller para escribir una novela
1) Trabaja en algo hasta que termines.
2) No empieces nuevos libros, no agregues material nuevo a Black Spring.
3) No seas nervioso. Trabaja con calma, alegría, imprudencia o lo que sea que tengas a mano.
4) Trabaja de acuerdo al Programa, no a tu estado de ánimo. ¡Detente en el momento señalado!
5) Cuando no puedes crear, no puedes trabajar.
6) Consolida un poco cada día, en vez de agregar nuevos fertilizantes.
7) ¡Mantente humano! Visita personas, ve a lugares, bebe si te apetece.
8) ¡No seas un caballo de tiro! Trabaja únicamente por placer.
9) Descarta el Programa cuando lo desees —pero vuelve a él al día siguiente. Concéntrate. Afina. Excluye.
10) Olvida los libros que quieres escribir. Piensa únicamente en el libro que estás escribiendo.
11) Escribe, antes que nada y siempre. La pintura, la música, los amigos, el cine: todo eso viene después.~
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