Pamela Zubillaga: «No nos educan para creer que las artes son importantes para el desarrollo y crecimiento cultural» | Blog vozed

Conociendo a Pamela Zubillaga. Una entrega más de sobre artistas visuales, porque hay historias que se cuentan con imágenes.


 

El trabajo de Pamela Zubillaga Quiñones (Acapulco, 1984) tiene que ver con el duelo que se establece en los vínculos afectivos de su entorno. Describir los estados emocionales que el cuerpo manifiesta, haciendo referencia a las capas simbólicas de protección que el ser humano necesita en su fragilidad.

¿Cómo iniciaste? ¿Cuál es tu historia hasta el día de hoy? Soy originaria del Estado de Guerreo y crecí en el municipio de Acapulco hasta los 21 años. Desde una edad muy temprana he tenido el gusto por reproducir y generar imágenes propias. Recuerdo que a los 6 o 7 años sentía un enorme placer por dibujar y mostrar las imágenes que describían con mucho detalle mi entorno, [supongo que] como gran parte de los niños a esta eda,. Desde ese momento comencé a participar en eventos escolares relacionados con desarrollar proyectos en la plástica que, para mi fortuna, destaqué notoriamente con mis propuestas. A los 12 o 13 años sabía que mi carrera profesional tendría que estar vinculada con generar imágenes a partir de materiales plásticos. Así pues, al término de la preparatoria me mudé a la ciudad de Cuernavaca y comencé a estudiar la Licenciatura en Artes Visuales. Desde aquel entonces hasta hoy en día sigo con ese interés punzante por crear imágenes que hablen del entorno en el que vivo.

Poco antes de terminar mi Licenciatura en Artes Visuales (2004-2008) en el CMAEM, Cuernavaca, comencé a desarrollar una línea de trabajo en función al tema que continúo investigando: el cuerpo y la autorreferencia. Poco tiempo después estudié la Maestría en Artes de la UAEM (2010-2012), también en Cuernavaca, donde comencé a reflexionar detenidamente sobre el proceso técnico y conceptual que había estado experimentando en la obra. Posterior a los estudios está –también– mi experiencia como docente. He impartido múltiples talleres en diferentes instituciones a nivel licenciatura dentro de las artes y el diseño. Esto me ha permitido afectar o ampliar el panorama de mis investigaciones plásticas.

En relación a la obra personal, desde hace algún tiempo trabajé con el duelo que se establece en los vínculos afectivos del entorno más cercano, pretendiendo describir metafóricamente los estados emocionales que el cuerpo manifiesta. Todo el trabajo de las series que he desarrollado parte de la autorreferencia: «Autorretratos» (2008), «Guarida» (2009), «Recolección» (2010), «Casa sin ventanas» (2011-2012), «La casa que habito» (2012-2013) y «El jardín de las delicias» (2013-2015).

¿Quiénes son éstas, tus referencias? Cuando empecé a estudiar la licenciatura me interesó mucho el trabajo de dos artistas en particular: Louis Bourgeois y Yayoi Kusama. Posteriormente, encontré muchas más referencias que han nutrido mi proceso creativo. En cada serie en la que he estado trabajando el enfoque del tema que desarrollo son distintos y, por tal, también las referencias.

Actualmente estoy estudiando sobre la representación y percepción del cuerpo quebrantado por el entorno social, donde mi referencia principal es David Le Bretón, antropólogo y sociólogo contemporáneo especialista en el cuerpo. En cuanto al arte, últimamente he estado revisando la obra de artistas como Fábio Magalhães, Aida Makot y Justin Montimer, pintores que hoy en día trabajan con la representación del cuerpo fragmentado, transgredido o cuerpos congestionados en masa.

¿Qué es lo más difícil para ti en el mundo de la pintura? Hasta ahora, lo más difícil es subsistir únicamente de mi producción artística. Es complicado no tener una diversidad de espacios accesibles para presentar propuestas artísticas con el fin de vender la obra. Además, cada vez es menor el apoyo que recibimos los artistas del gobierno en este país [México].

Como muchos de los artistas con los que convivo, he tenido que valerme de múltiples actividades afines a mi carrera, como impartir clases en diferentes Universidades. Disfruto de la docencia, y es uno de los trabajos con los que cuento para poder vivir y para continuar produciendo mi trabajo personal.

En México, no es nada fácil conseguir un trabajo «seguro», mucho menos si pretendes ser artista, porque no somos funcionales para las expectativas del sistema en el que vivimos, no somos necesarios. No nos educan para creer que las artes en general son de gran importancia para el desarrollo y crecimiento cultural, económico y social del país, características que países de primer mundo sí tienen muy presente.

Actualmente, desde mi experiencia como docente, tengo claro que la estructura educativa de México no forma estudiantes que aprendan a leer, donde el objetivo sea poder entender y analizar un texto, mucho menos los forman para emitir opiniones. ¿Cómo podría un artista ser materia indispensable para un gobierno de esta índole, si para construir una obra se requiere de procesos creativos que parten de un discurso que ha surgido de una reflexión? El arte manifiesta una opinión, que la mayoría de la gente no busca comprender, ni apropiarse de ella, ni compartirla. Esta situación dificulta enormemente la aceptación por el crecimiento de una cultura artística y, en consecuencia, la posibilidad de vivir de la producción de obra personal.

¿Qué te mueve en tu obra, es decir, qué quieres contar? Mi trabajo más reciente parte de una reflexión sobre cómo tratamos y percibimos nuestro cuerpo. Se enfoca en la representación de la piel y el cabello humano, para hacer referencia al abandono del cuerpo; a su descomposición, a su deformación y a la frivolidad con la que se trata este elemento que nos pertenece.

La obra ha sido acompañada de una indagación personal sobre la carga significativa de la piel. Así pues, la piel es abordada como la frontera que delimita el cuerpo, es símbolo de afecto y fragilidad. Este proyecto plástico tiene que ver con la necesidad de romper ese límite afectivo, transgrediendo al cuerpo, transgrediendo la piel hasta su estructura básica que es la carne.

¿Cuáles los momentos más significativos en tu carrera? Están los momentos del proceso creativo, cuando trabajo absolutamente sola. También están los momentos fortuitos, experiencias extraordinarias vinculadas con sucesos naturales, el caos, la crisis, las tragedias o la contemplación de la belleza.

¿Hacia dónde vas en el conjunto de tu creatividad? Lo que pretendo desarrollar como meta, a corto plazo, es una investigación plástica y teórica sobre la importancia del contacto humano en las relaciones afectivas de nuestro tiempo. En mi opinión, debido a la creciente falta de contacto humano dentro de las nuevas estructuras de comunicación cotidiana, nuestra relación con el cuerpo se está transformando y esto se ve reflejado en la obra plástica contemporánea: cuerpos deformes, violentados o fragmentados. Dentro de la parte teórica de dicha investigación, pretendo entender los fenómenos sociales que causan dichas representaciones. En torno a la investigación plástica, deseo seguir indagando sobre la representación de la piel humana como el principal objeto de estudio para hacer referencia a las relaciones afectivas de mi entorno.~

Los dejamos algunas imágenes de la obra de Pamela Zubillaga. Para conocer mejor su trabajo: http://www.pamelazubillaga.com/

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Serie El jardín de las delicias (Obra reciente, 2014)

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Serie La casa que habito (2012-2013)

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Serie Casa sin ventanas (2011-2012)

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Serie Recolección (2010)