80P1VM/06: Bristol tiene onda

#post_80P1VM/6 de 80 en 1 vuelta al mundo, de Humberto Bedolla


 

BRISTOL TIENE ONDA. Es manejable, pequeña, pero con movida. No tiene grandes sitios turísticos, por no decir ninguno, pero es un lugar con muchos, muchísimos cafés y bares. Se dice capital mundial del arte callejero y hogar de Bansky. Lo cierto es que tiene una gran cantidad de centros y coworkings culturales. Muchos son privados, es decir, que los propios artistas y artesanos son capaces de organizarse, vender y, hasta donde me alcanza la vista, ser sostenibles. Lo cierto es que no se ve mucha actividad relacionada con los escritores, sobresalen las artes visuales y la música.

Ya dimos un par de vueltas por la ciudad buscando los graffitis de Bansky, Algunos están hasta protegidos por un vidrio para que no los dañen, porque no a todos les gusta. Me sorprendió ver en el Museo de Bristol, un edificio victoriano que tiene alguna que otra momia egipcia y tesoros de la edad de hierro de las islas, que te reciba con una obra de él. El Bansky en cuestión es una estatua que recuerda a la Victoria de Samotracia con un bote de pintura rosa en la cabeza. Una representación más de sabotaje de la alta cultura que de arte. Mucho más cercano a la gente de la calle que a los académicos. Mucho más Bansky que Rembrand.

La ciudad es un tanto punk, rockera, pero preocupada con la sostenibilidad. Le deja lo fashion a Londres, lo snob a Bath y lo bruto a Liverpool (Me dicen que hago bien en olvidar a Manchester, con lo gris y fea que es… lo cierto es que no he estado.) Bristol tiene un proyecto privado para garantizar la reinversión en la industrial local a través de la Libra bristoliana, y hay todo un barrio que acepta de forma generaliza: Stoke Croft. El barrio ofrece alternativas y no se ve una sola franquicia en varios kilómetros.

La ciudad es universitaria, y lo suficientemente atractiva para los alumnos después de las de las grandes ligas: Oxford, Cambridge y, supongo, LSE. Y van varias personas que me dicen que es más fácil encontrar trabajo que casa. Hablamos de trabajos básicos, y de estudiantes, sueldo mínimo, alta rotación; está claro.

En 14 dias llevamos dos charlas sobre la basura en el agua de Bristol y como los hombres pueden ayudar al feminismo; tres conciertos, rock, guitarra española y jazz; bastantes pintas; muchos más cafés… y los horarios son completamente británicos: a las 17 ya estamos bebiendo, a las 22 todos pedos y a media noche corremos para no perder el último autobús a los suburbios.

Sí, los amigos de nuestros amigos ya son nuestros amigos, hemos rescatados amigos de viajes pasados y todos los españoles e italianos con carrera universitaria y sin trabajo (´Fuck austerity´) que están aquí mejorando su ingles se han convertido en la masa humana de la cual salen conversaciones estilo indios-de-pelis-de-vaqueros y risas. Risas que comienzas a subir de volumen…~