80P1VM/41: Jogyakarta y su sultan
#post_80P1VM/41 de 80 en 1 vuelta al mundo, de Humberto Bedolla
¿TODAVIA EXISTEN LOS sultanes?, pregunté un poco incrédulo. Arancha alzó los hombros. Entramos a la casa del sultán de Jogyakarta, bastante austera y vieja. Un anacronismo que existe en pleno S.XXI como un favor que ha devuelto la democracia de Indonesia al sultán, por el apoyo que dio cuando se buscaba la independencia de Reino Unido. En el palacio se mantiene una guardia, hombres, en su mayoría mayores, vestidos con sarong y una daga en el cinto. Hay cocinas, salones, oficinas, pero todo como si fuera de comienzos de siglo. La cocina sigue siendo de leña, y las impresoras de las oficinas de matriz de punto… El conjunto me hace viajar a una época remota, donde seguramente hubo tiempos más gloriosos.
Salimos buscando un café que no encontramos a pesar de ser, como ella misma se anuncia, la ciudad cultural de Java. Lo que sí encontramos fue un barrio de pequeños artesanos y diseñadores, una maraña de calles laberínticas con un mezquita bajo la tierra que ahora funciona como reclamo turístico. Un paseo agradable a pesar del calor. Visitamos los baños del sultán, por lo menos para refrescar la vista, un taller de pintura de batik, vimos graffitis,… Jogyakarta es un lugar diferente al resto de Indonesia.
—Creo que me gusta —dijo Arancha en un momento dado.
—¿La ciudad? —pregunté.
—Sí.
Yo no dije nada.
—¿Has visto que hay gente local que va los cafés y a los bares?, no como en el resto de Indonesia, que solo somos extranjeros bebiendo —dijo.
—He visto a más [personas] locales, sí —contesté.
—Podemos mezclarnos un poco, hoy podemos salir a beber.
Yo afirmé con la cabeza. Sí, creo que me puede gustar la ciudad.~
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