80P1VM/36: Algo que no es un viaje hacía Lubuhan Bajo
#post_80P1VM/36 de 80 en 1 vuelta al mundo, de Humberto Bedolla
DECIDIMOS IR DE Gili Air —de la que nos costó muchos días salir, culpa del Paraíso, nos decían unos amigos que nos habían recomendado ir a esas islas— hasta Flores. Cuatro islas de por medio: Lombok, Nusa, Komodo y Rinca.
Viajar sin programa supone ir haciendo el camino, y eso es complicado: en Indonesia eres un monedero con patas y te cobran el triple, incluidos los viajes con precio regulado; las visas te condicionan y limitan el tiempo que puedes estar en el país o, simplemente, la forma de ir supone tanto esfuerzo y tiempo que es virtualmente imposible moverse.
El camino a LabuhanBajo, en Flores, fue muy complicado. Quisimos salir de los circuitos turísticos e ir como van los locales. Salimos desde Gili Air en ferry, luego un shuttle hasta la estación de buses. En ese camino nos hicieron cambiar de transporte dos veces; y las dos veces nos quisieron vender la comida que ya estaba incluida en el siguiente viaje: un bus noctorno. En la estación de autobuses esperamos varias horas, para luego partir en un bus de 12 horas. Fue una horrorosa noche de autobús, en la que no dormimos nada; seguido de otro bus local de unas 5 horas, y un ferry de otras 5 horas que salió 2 tarde. Solo logramos dormir en el ferry. Se puede alquilar una colchoneta y tirarse a dormir hasta que la gente local decide que es hora de hacer picnic, o fiesta, en el camino. Y mientras abría los ojos y los miraba con enojo iba contando las cascaras de plátano, naranja,…, basura en general que caía al suelo, hasta que comience a contar cucarachas… Finalmente, llegamos a LubuhanBajo, 36 horas después de haber tomado el primer transporte, el ferry en GIli Air.
Llegamos sin hotel; y resulta que el lugar es de esos puntos en los que no les importa la calidad. Saben que siempre habrá gente, son la puerta a Komodo, por lo tanto los precios son altos altísimos. Hay lugares que son una mierda: salimos huyendo de un hostal que era más bien un antro, y dimos vueltas hasta tener un lugar “más o menos” aceptable. Indonesia en agosto está tomado, es temporada alta en Europa, América y parece que también en Oceanía, y el buceo está muy cotizado; al parecer mar adentro hay un paraíso inimaginable. Eso dicen todos con quienes hablamos. Nosotros no podremos confirmarlo, para cuando llegamos a dónde los centros de buceo, todos estaban cerrados o llenos. Cansados del viaje, de huir del antro que teníamos reservado, de buscar otro lugar donde dormir y de haber corrido para ver si veíamos algún centro de buceo abierto sin haber logrado nada decidimos cenar, mucho y bien, pero la cocina recién cerraba. Era el único lugar abierto (sí, a las 10 de la noche se muere todo). Tráeme un gin con tónica, gritó Arancha desesperada en ese momento. Sorry, dijo la chica que nos atendió, no gin, just local rum. Yo pedí una Coca-cola… a ver si al día siguiente salen mejor las cosas.~
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