80P1VM/33: Arrozales de Jatiluwih

#post_80P1VM/33 de 80 en 1 vuelta al mundo, de Humberto Bedolla

 

EN EL CENTRO de Bali existe una zona de arrozales inmensa y, a diferencia del resto de la isla —porque todo son arrozales—, estos son centenarios. Son hermosos. Cubren una zona muy grande de pequeñas colinas y cañadas y, además del argumento de la belleza del entorno, son Patrimonio de la Humanidad por la maestría con la que han dominado el agua y la aportación cultural [de cómo debe ser un arrozal]. Es Jatiluwih.

Junto con los arrozales, se incluyen en el mismo complejo registrado por la Unesco unos templos Pura Ulun Danu Buyan, a las orillas de los lagos Buyan. Y en efecto, se impone la presencia del agua. No cómo una fuerza dominante, no como un océano basto e ingobernable, sino como una masa dúctil. No se ve el agua en múltiples formas y colores como los hielos de los glaciares, sino como continuidad del verde de los arrozales. No hay contraposición, sino integración. El agua está por y para el verde. Y no decepciona. Hay un verde claro, de arrozales jóvenes.; y hay un verde más oscuro, de los más maduros, apunto de ser cosechados. También hay un verde aún más oscuro, del fondo de las montañas cubiertas de bosques tropicales y, finalmente, hay un verde amarillento, que sobra, que asoma y rompe la progresión: las palmas y su millones de hectáreas plantadas, que hace peligrar la selva y los arrozales. Para las palmas también hay agua.

Jatiluwih está cerca de Ubud, la ciudad cultural de Bali, y es un reclamo turístico importante. Espero que la gente local sepa entender que el dinero fácil de la palma va contra todo lo que significa, en Jatiluwih, ser Patrimonio de la Humanidad: los arrozales, el dominio del agua y su aportación cultural.~