80P1VM/82: Una boda en Jaipur

#post_80P1VM/82 de 80 en 1 vuelta al mundo, de Humberto Bedolla

 

JAIPUR ES LA capital de la región del Rajastán, probablemente el área con más color de la India, y eso es mucho. Rajastán es una enorme extensión polvorienta, un desierto, que colinda con Pakistán, donde las mujeres usan saris de colores vivos y los hombres turbantes y mostachos grandes. Son morenos, morenísimos, como yo. O yo como ellos, aquí no solo me dicen que parezco indio sino que me paran y me pregunta, en hindi, alguna dirección o lugar. Yo alzo los hombros y les digo: “mexicano”, y nos sonreímos, pero sin abrir mucho la boca… el polvo. Ese polvo del desierto que cubre todo, absolutamente todo.

Jaipur tiene un palacio real, cuyo maharaja actual, un titulo del que solo administra posesiones y ya no pueblos, es descendiente de un antiguo clan. También hay un gran y antiguo observatorio estelar y algunos otros palacios, como descubriremos en todo el resto de las ciudades que visitamos. Todas las ciudades fundadas por clanes, todas guerreros, todas con maharajas, todas con fuertes, todas con glorias pasadas y un futuro que no es el que imaginaron…

Vimos un palacio para ocultar a las mujeres del harem de la vista de los hombres, un gigantesco observatorio para mirar las estrellas, el palacio, el fuerte sobre un peñasco, otro palacio sobre un lago pero, y sobre todo, bailamos al ritmo de la música y los ritmos de una boda india, a la que nos invitaron por mirones.~