TOCADISCOS: Nunca caminarás solo, la música está contigo

En estos días en que estamos todos contagiados (con el furor y la emoción de la Eurocopa y, próximamente, con las Olimpiadas), se puede ver como en los estadios el público disfruta animando y sufriendo con sus equipos. La fiesta está asegurada en las gradas y con todo ese ambiente, también hay tiempo para la música. Escuchar los cánticos que bajan desde las tribunas es muy emocionante, a veces cargadas de mucha emotividad, muchas canciones populares se han adaptado gracias al ingenio de los fanáticos convirtiéndolos en himnos que se cantan juego tras juego en todas las canchas del mundo.

Son muchas las canciones que siempre son utilizadas y coreadas en los estadios, no importa el deporte ni si se trata de una final o de un amistoso, siempre escucharemos clásicos como «Final countdown» de Europe, «Welcome to the jungle» de Guns N’ Roses, «Walk this way» de Aerosmith, «Born to be wild» de Steppenwolf, «Back in black» de AC/DC, «Wonderwall» de Oasis, «Rockin all over the world» de Status Quo, la clásica «Born to run» de Bruce Springsteen, «Jump» de Van Halen, «Chelsea dagger» de The Fratellis, «Start me up» de los The Rolling Stones, incluso el clásico «Cielito lindo» en los estadios de México.

En el fútbol argentino, es interminable la lista de canciones adaptadas para que miles de gargantas las coreen sin parar, canciones de grupos como Ataque 77, Los Auténticos Decadentes, Los Piojos, La Mosca Tsé-Tsé, Los Ratones Paranoicos, Andrés Calamaro, La Renga, etc., han servido para este fin; el aliento de los hinchas argentinos por sus equipos es impresionante, el fanatismo y devoción que se tiene al fútbol roza la locura, sin embargo, podemos encontrar a miles de kilómetros  una canción cantada con tanto fervor y sentimiento que hacen que se le ponga a uno la piel de gallina. El «You’ll never walk alone» que cantan los seguidores de Liverpool FC debe ser el himno más conmovedor que se puede oír en los estadios, bufandas al aire, todo el estadio en pie y miles de personas cantando a todo pulmón, simplemente impresionante.

Si hablamos de canciones que se usan en el deporte en general, inmediatamente se nos viene a la mente el «We are the champions» de Queen, el cual se ha convertido en el himno para todas las competiciones; es la más célebre canción entre todas las canciones, siempre está presente en cuanta victoria o título se consiga, sea la disciplina que sea. Otra canción impuesta por los muchachos de Queen es «We wil rock you», la cual siempre va acompañada con sus clásicas palmaditas, a veces no es necesario ni escuchar la canción, solo hace falta oír las palmadas para darse cuenta de que canción es.

Otra canción que es casi imposible de olvidar es la «Eye of the tiger» de Survivor, canción que se hace mundialmente conocida gracias a la película de Rocky, a partir de ese momento siempre nos acompaña en cualquier velada deportiva, principalmente si se trata de boxeo o de baloncesto. El inicio machacón de la canción es como si nos anticipara que vamos a entrar a una lucha frontal, a un combate cuerpo a cuerpo hasta darlo todo, hasta el último esfuerzo. La canción en sí es melódica, bonita de principio a fin y las letras incitan a la lucha, fue una canción concebida para ser un éxito, sin embargo Survivor quedó marcado por siempre por esta canción, a pesar de que sacaron discos muy buenos, incluso mejores que el mismo álbum «Eye of the tiger». Para los que les gusta el rock melódico (o AOR), tienen que escuchar los discos «Vital signs» o «When seconds count», a mi gusto, discos superiores al mencionado.

En la Eurocopa 2012 recién terminada, después de cada gol, se pudo escuchar al público corear el inicio de la canción de los White Stripes «Seven nation army», la verdad es que suena muy bien, es como un canto de guerra, suena  intimidante y amenazadora.

Y si hablamos de canciones de los mundiales, pues a mi gusto la del mundial de Italia 90 «Un estate italiana» me parece de las mejores, no será tan famosa como las de los mundiales de Francia 98 con un Ricky Martin en pleno auge o la última en Sudáfrica con una Shakira moviendo a todos con sus caderas, pero es más emotiva y transmite más sentimiento que las otras canciones, que están más pensadas para hacer disfrutar a la gente en las discotecas. He considerado en esta comparativa solo las canciones a partir del mundial de Italia 90, porque no hay manera de escuchar las anteriores, se ve que el negocio de asociar fútbol y música se planteó mejor a partir de los 90. Finalmente, para esta nueva cita olímpica ya tenemos canción oficial, «Survival» de Muse,  una canción con un inicio muy sinfónico, como ya nos lo mostraron en la última canción de su disco «The resistance», luego la canción se pone más dura siendo acompañada en todo momento con coros a lo «Queen», no es una canción para menear las caderas, pero engancha, veremos si tiene la acogida del público.

El fútbol y el deporte en general, se vive con pasión, se disfruta y también se sufre, sea el resultado final un triunfo o una derrota, nunca nos dejará indiferentes, siempre nos robará una sonrisa, un abrazo, un grito o una lágrima, y si a esa fotografía podemos agregarle una banda sonora pues bienvenido sea, que cada uno le ponga la que más le guste.

Recomendaciones
En esta ocasión, quiero centrarme en un disco que ha salido este año y que pertenece a una banda nueva pero sus integrantes son muy reconocidos en el rock, hablo de Flying Colors. Un proyecto muy esperado por la calidad de los integrantes de ambas bandas, podríamos definirla con el término de supergrupo, pero ya se sabe que no siempre estas han funcionado.

Si se ven los créditos de esta banda, podemos reconocer a miembros de Dream Theater, Spock’s Beard, Dixie Dregs, Deep Pulple, etc., toda una constelación de músicos de primer  nivel, el virtuosismo está asegurado. Este proyecto junta, nuevamente, a unos inagotables Mike Portnoy y Neal Morse, a ellos se les une el grandísimo guitarrista Steve Morse, junto a su compañero de batallas Dave LaRue, y al no muy conocido ―al menos para el que escribe― cantante Casey McPherson, pero el descubrimiento de esta voz es muy grata por lo emotiva que es. Hechas las presentaciones, entramos al disco. Son 11 canciones, cerca de una hora de duración que se pasan como un suspiro, estamos ante un disco de gran calidad, muy variado, en donde podemos  encontrar de todo, eso sí, los que esperan un disco de rock progresivo lo encontrarán, pero en dosis medidas y bien aplicadas. Este es un disco para todos los gustos y de fácil escucha.

Si se me permite podría agrupar las canciones en las que tienen mayor toque de progresivo, como la canción que abre el disco «Blue ocean», que nos recuerda a Transatlantic y fácilmente se podría incluir en el álbum «The Whirlwind» y la canción que cierra el disco «Infinite fire» la más larga del disco, el disco no podía cerrar de mejor forma, dado el nivel de los músicos, nos tenían que regalar una canción así, infinidad de cambios, la línea de bajo es apabullante en todo momento, cada detalle de los solos guitarra son una delicia, se notan los toques de Yes, ELP, King Crimson incluso partes que hacen recordar a Transatlantic.

Otro grupo de canciones serían las que tienen un toque más cañero, en esta línea están «Shoulda coulda woulda» -una de mis favoritas- y «All falls down», estas canciones son para el lucimiento de la batería y los solos de guitarra, canciones para sacudir las cabezas.

En el disco también hay baladas, «Everything changes» y «Better than walking away», la primera es otra de mis favoritas del disco, Morse nos regala un tremendo solo, la siguiente también es una buena balada pero no tan lograda como la anterior.

El resto de canciones, las podríamos agrupar porque son muy variadas y demuestran la versatilidad de la banda al momento de hacer música, «Kayla» y «The storm» suenan muy radiales y pegajosas, son muy buenas canciones. «Forever in a daze» nos llama la atención por el protagonismo del bajo. «Love is what i’m waiting for» una canción con sabor a rock clásico y un solo de guitarra con el aura de Bryan May, otra canción importante del disco. «Fool in my heart», la única cantada por Portnoy, de las mejores del disco, rock simple y directo y nuevamente Morse nos regala otro tremendo solo de guitarra.

En conclusión, es un gran disco, se puede encontrar de todo, a ratos nos pueden hacer recordar a grupos como Stone Temple Pilots, Muse, Dream Theater,  U2, RHCP, Queen, Beatles, Coldplay, Supertramp, Transatlantic y otros más según se vaya escuchando. Creo que satisface los gustos de los seguidores del rock progresivo como de las personas que quieren un disco variado con muchos matices y que sea fácil de oír, este proyecto ha funcionado y ha creado un gran disco, tal vez de lo mejor en lo que va de este año, veremos cómo se revaloriza con el tiempo.~