Sueños (artículo en la Megapedia)

«En el año 2042 los sueños se describen como «representaciones fantásticas que el ser humano sufría mientras dormía». Un texto de Gustavo Macedo /Ilustración de Rubén Prieto

 

Artículo consultado en la Megapedia el 8 de julio de 2042.

«SUEÑOS» REDIRIGE AQUÍ.  Este artículo trata sobre el acto de soñar. Para el estado fisiológico de dormir, véase Dormir. Para las aspiraciones que una persona tiene, véase Soñar. (Desambiguación).

Los sueños fueron representaciones fantásticas que el ser humano sufría mientras dormía. En estas representaciones, las personas se proyectaban realizando acciones o participando de situaciones irreales y casi siempre improbables. Quien soñaba permanecía en realidad dormido, viviéndose todo el proceso del sueño de manera exclusivamente mental, de un modo muy parecido a los procesos relacionados con la imaginación o la fantasía.

Generalidades

Los sueños estuvieron presentes por igual en todas las culturas humanas desde sus inicios y hasta el siglo XXI. Se han encontrado evidencias de que el hombre ya soñaba en sus tiempos más remotos y que continuó haciéndolo hasta 2028. Estas evidencias incluyen desde pinturas rupestres datadas hacia el año 40,000 a.C. hasta complejos tratados que los abordaban desde perspectivas protocientíficas, como es el caso del trabajo titulado La interpretación de los sueños (Die Traumdeutung), de Sigmund Freud.

Al soñar, las personas permanecían dormidas y sin moverse, aunque se presentaban casos en los que quien soñaba balbuceaba o incluso hablaba sin dejar de dormir. También se reportaban situaciones en que el soñador llegaba a levantarse de la cama y a desplazarse dormido. Por lo regular, las personas no recordaban sus sueños al despertar, y cuando lo hacían, insistían en asignarles significados a lo que habían soñado. Cuando un sueño provocaba angustia o miedo a quien lo soñaba, se le llamaba «pesadilla».

Efectos dañinos

En 2026, el doctor Francis Duchten Roth presentó los descubrimientos sobre el daño que lo sueños causaban a la humanidad, comprobando su relación con la infelicidad, la frustración, el desapego, la falta de concentración, la resistencia a la homogeneización y el pensamiento singular. Estos trabajos valieron a Duchten Roth el Premio Nobel de Medicina y el Premio Nobel de la Paz en 2027, siendo esta la única ocasión en que una persona haya recibido el galardón dos veces por el mismo trabajo y en dos áreas diferentes.

La desoñación

Como resultado de una coordinación médica, científica y militar entre países, los sueños fueron totalmente eliminados en 2028. Esta suma de esfuerzos sin precedentes fue conocida como la Iniciativa Global de Desoñación (GUI, por sus siglas en inglés), la cual fue firmada por los 197 estados que entonces conformaban la Organización de las Naciones Unidas. Al ser ejecutada la Iniciativa, la población mundial dio una muestra de unidad nunca antes registrada en la historia del mundo, contándose con la participación de absolutamente todas las personas del planeta, que voluntariamente acudieron a los centros de desoñación para recibir el tratamiento. El proceso tomó dieciséis meses en concluirse y tuvo un costo de 17.5 billones de dólares, financiados tanto por los gobiernos del mundo como por el Impuesto de la Desoñación, primera medida tributaria aplicada a nivel mundial.

Actualidad

Desde que la desoñación fue instituida en 2028, los niveles de productividad en todos los sectores económicos del mundo se han incrementado en un 34.8%, por lo que se considera que el costo financiero de la GUI fue recuperado en menos de diez años. Como resultado de la desoñación, se eliminaron de manera indirecta graves problemas que aquejaban a la humanidad y que frenaban su desarrollo. Por ejemplo: no se han presentado casos de generación de arte desde agosto de 2029, la última prenda de vestir elaborada con fines estéticos fue destruida en diciembre de 2028 y la psicología, la psiquiatría, la quiromancia, la astrología y las religiones dejaron de existir totalmente hacia noviembre de 2031. Finalmente, la última lágrima derramada por un ser humano se conserva hoy en la Universidad de Lüigtzen, y fue obtenida de una niña que había permanecido aislada del mundo y que fue encontrada y desoñada en abril de 2030.~