Quién gana y quién pierde en el Mundo
LOS ESTADOS UNIDOS de América ganan, por ahora. La exclusiva potencia mundial desde la desaparición de la Unión Soviética va perdiendo hegemonía, si me aceptan este juego comparativo entre política, economía y deporte (comparativa que tiene más de realista que de lúdica aunque la justificación de esta afirmación no la abarquemos en el presente artículo, sirva como ejemplo que entre los diez primeros países del medallero de los últimos juegos olímpicos se encuentran los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y los cinco países con mayor Producto Bruto Interno). El indiscutible poderío norteamericano se ha visto amenazado en los Juegos Olímpicos Atenas 2004 y, lo más interesante, será discutido medalla a medalla dentro de 4 años cuando se disputen en la República Popular de China. Los primeros diez países de los Juegos Olímpicos Sidney 2000 y Atenas 2004 se muestran en la Tabla 1.
| Posición | Sidney 2000 | Atenas 2004 |
| 1° | Estados Unidos, 40 oros | Estados Unidos, 35 oros |
| 2° | Rusia, 32 oros | China, 32 oros |
| 3° | China, 28 oros | Rusia, 27 oros |
| 4° | Australia, 16 oros | Australia, 17 oros |
| 5° | Alemania, 13 oros | Japón, 16 oros |
| 6° | Francia, 13 oros | Alemania, 14 oros |
| 7° | Italia, 13 oros | Francia, 11 oros |
| 8° | Holanda, 12 oros | Corea del Sur, 9 oros |
| 9° | Cuba, 11 oros | Italia, 9 oros |
| 10° | Gran Bretaña, 11 oros | Gran Bretaña, 9 oros |
Tabla 1
Los chinos toman el lugar vacante dejado por la Unión Soviética pasando del tercer al segundo lugar en el medallero olímpico y se afirman como el país líder en el repunte protagónico del continente asiático en los últimos años. Ya no quedan dudas de que China se convertirá en el contrapeso de los Estados Unidos en los primeros años del siglo XXI, al menos hasta que Europa esté verdaderamente unida.
Rusia, que había mantenido un meritorio segundo lugar aún tras la caída del Muro de Berlín, sigue decayendo y pasa al tercer lugar, lejos de las grandes discusiones. Las perspectivas para los rusos son de un reacomodamiento ante las circunstancias internacionales que los mantendrán a la expectativa en los años venideros.
La sorpresa para muchos ha sido el cuarto lugar que repite Australia, después de haber organizado los Juegos Olímpicos Sidney 2000. Un Estado para tener en cuenta, siempre secundando a sus aliados Estados Unidos y Gran Bretaña, porque su crecimiento va en aumento y no parece tener límites a la vista.
Entre los diez primeros países de estos Juegos nos encontramos con ocho de los diez que habían liderado Sidney 2000. La primera novedad es el exultante quinto puesto de Japón. Los japoneses no solo son una muestra más del protagonismo asiático, afirman su indiscutible resurrección tras la Segunda Guerra Mundial y reclaman una participación mucho más activa en las decisiones mundiales.
El primer país europeo recién se encuentra en la sexta ubicación y es Alemania. Pierde una ubicación con respecto a los Juegos anteriores, quizás explicada por las limitaciones geográficas de la vieja Europa, quizás por el esfuerzo para la integración del resto de los países en la Comunidad Europea. Lo mismo ocurre con Francia, que pierde una ubicación para aparecer séptima en el medallero.
Corea del Sur es el otro de los dos países que ingresa entre los diez primeros del medallero, octavo. No es casualidad que sea otro país asiático, para sumar tres de ese continente cuando solo había uno hace cuatro años. Los gigantes asiáticos tendrán mucho que decir en los Juegos Olímpicos Pekín 2008 y el Mundo estará obligado a virar la cabeza hacia allí.
Noveno y décimo también son europeos, Italia y Gran Bretaña completan los cuatro grandes de la vieja Europa. Los italianos pierden dos posiciones y son los más afectados por la reestructuración europea, los británicos se mantienen aunque ganan menos medallas.
Un estudio completo del medallero sigue dándonos datos interesantes acerca del Orden Mundial y los cambios que se van produciendo (para ver un estudio completo se recomienda el libro de Andrés Margolles: “Los Juegos Olímpicos del Siglo XXI”, Editorial Entekia, 2004). Se destacan los dos países que han dejado los diez primeros lugares: Cuba, que sigue siendo el mejor país latinoamericano pero no es capaz de resistir la decadencia del bloque soviético; y Holanda, que pierde protagonismo ante el reparto mucho más equitativo de las posibilidades europeas.
Muchos pierden. 75 países obtuvieron medallas en los Juegos, o sea, 116 no obtuvieron ninguna. 16 países las habían conseguido en Sidney y ahora desaparecieron del mapa deportivo, incluída Yugoslavia, que desapareció del mapa mundial. Estos países se caracterizan por la pobreza y/o las guerras que los azotan diariamente, siendo quizás la única excepción Islandia, un pequeño país europeo.
Es notable que África, teniendo tan malos resultados en los Juegos anteriores, todavía haya retrocedido más en el 2004. Argelia y Mozambique desaparecieron del medallero, Etiopía, Kenia y Camerún retrocedieron, siendo Marruecos, el país más cercano a Europa, el que consiguió el avance más significativo, ocupando el puesto 36º.
La otra región del Mundo lejana a los primeros lugares es Latinoamérica. En este caso sí se nota una situación de leve mejoría, la caída cubana se ve contrarrestada por la sensacional aparición del coloso de América del Sur, Brasil, que alcanza el 18º lugar. Argentina y Chile acompañan este repunte sudamericano colocándose entre los 50 primeros.
Ya hemos hablado aquí de Asia, con los avances de China, Japón y Corea del Sur, sin embargo, otros sectores del Asia se encuentran en el polo opuesto, particularmente los países afectados por la situación de Oriente Medio y las repúblicas surgidas de la ex-Unión Soviética, que no encuentran una estabilidad sociopolítca.
Europa es el contrapunto, amén de los cuatro grandes, Ucrania, Hungría, Rumania, Grecia, Noruega, Holanda, Suecia y España se encuentran en los primeros 20 lugares del medallero, destacándose las novedades de Ucrania, que parece encontrar el rumbo político, y España, que poco a poco quiere volver a ser la potencia europea que fue siglos atrás.
Hasta aquí llega nuestro juego. Como en todos, unos ganan y otros pierden, como siempre, simpatizamos con los que pierden pero queremos ser de los que ganan, os dejo a los lectores seguir jugando. Quien lo duda, la vida es un juego.~
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