Peter Pan sin pasaporte
Un texto de Enrique Andrés Mejía Gómez
LA LITERATURA SIEMPRE fue un templo donde las mentes mas sensibles dejaban lo mas puro de si para la posteridad, ideales que cobraban vida en personajes, realidades y situaciones, Así la escritura se volvió la fuente de la inmortalidad para el limitado tiempo de los hombres sobre la tierra, la tinta era el símbolo de la comunión entre la fantasía y los hombres. Cada historia mantenía su esencia sin ser corrompida en las paginas de los libros, pero como diría una joven cantante canadiense en su mejor época “Todo lo bueno tiene un final”.
La política, ese tema aburrido que solo entienden los niños grandes que se hacen llamar adultos, era el juego favorito de un rubio regordete que empezó a dirigir al país mas poderoso de occidente, los primeros meses fueron divertidos, repartió prohibiciones como caramelos en octubre y saco gente que no le agradaba de su tierra como el que limpia un desván; un día, aburrido mientras esperaba su siguiente reunión, decidió darse un paseo por los jardines de su albo hogar, encontrándose con una pequeña de hoyuelos en las mejillas, quien sonreía embelesada ante un libro que tenía en sus manos, a Donald… Perdón quiero decir al niño rubio regordete le causo curiosidad tal hecho, y se acercó a la pequeña
—¿Qué es lo que tiene ese libro que sonríes tanto?
—Es mi libro favorito, la princesa esta dormida pero pronto el príncipe la despertará y vivirán felices por siempre
—Nadie es feliz por siempre —Asevero él mientras acomodaba su corbata roja
—En los libros si— respondió la pequeña aferrándose al libro con todas sus fuerzas y una sonrisa chimuela
—No pueden vivir felices para siempre, la gente debe pagar impuestos, trabajar, sufrir incluso en los libros, la felicidad sin jurisdicción es algo peligroso, insensato.
En ese momento Trump, ohm… perdón el niño rubio regordete tuvo una idea genial, sería el primer presidente en gobernar la literatura, todas las historias serían reescritas con mas coherencia, la ley y la política del mundo real se aplicaría en cada historia que existiese y fue así como empezó.
Primero intervino en los tres cerditos y el lobo, en la nueva versión cada cerdito tenía una póliza estatal de seguro para sus casas, menos la casa del cerdito de paja por ser construida en un material ilegal, creó un cuerpo de policía porcina, el cual arresto al lobo por daño en propiedad privada y claro este tuvo un juicio como la constitución manda, pero como tenía un excelente abogado y el juez era un cochino, pues salió en poco tiempo. Tomando venganza asesinando a los tres puercos en un callejón abandonado.
Luego se paseo por la bella durmiente, a quien envió a despertar y no con un príncipe, si no con un recaudador de impuestos, quien le interrumpió el sueño con una citación para aclarar su situación financiera por todos los años que no declaró renta por estar durmiendo.
En Blanca nieves contrato a los enanos y los volvió empleados públicos, en la bella y la bestia los de control animal redujeron a bestia a un zoológico de Nueva York, En la cenicienta le dio un contrato laboral a la chica y penalizo a la familia explotadora y arresto al hada madrina por uso ilegal de sustancias «Polvo de hada», en Aladino capturó a Aladin por terrorista al volar en alfombra, cerca al Empire State, y a Peter Pan le pidió pasaporte para viajar a Neverland dejándolo atrapado en la embajada británica hasta que resolviese su papeleo y esa fue la gota que rebozo el vaso.
La nobleza literaria había sido despojada de sus títulos, sus castillos confiscados, todos humillados por aquel encopetado amargado, era momento de que los personajes mas ilustres de los libros tomarán la revolución en sus manos, la fantasía había sido mancillada por las manos de Trump ohm… perdón del niño regordete rubio, en fin, los personajes de cuento se alzaron en rebelión contra Donald, saltaron de las paginas de los libros a la calle, marchando, volando, cojeando hacia aquella casa blanca donde a Peter Pan se le pidió pasaporte, cuando llegaron allí Dumbo bombardeo desde el aíre, la sirenita inundo los jardines con sus ejércitos marinos, las hadas desactivaron la seguridad, Pinocho irrumpió en los medios para contar la verdad al mundo, El flautista de Hamelin dirigió a las ratas contra los muros, aquellas blancas paredes cedieron en minutos ante el incesante cronch, cronch, cronch que emanaba de las fauces furiosas de los roedores desgarrando el concreto con sus dientes, mientras Merlín, Arturo y los caballeros de la mesa redonda aplacaron al ejercito con elegancia y fue así como Trump se vio reducido, acorralado en un rincón donde un tic-toc se acercaba con intensidad, cada vez mas fuerte cada vez mas tic-toc, anunciando el fin de su pérfida intervención.~
Me gusta la idea. Hay que trabajarlo más. Hay errores de ortografía y puntuación.