Més Catalunya és más España | Blog vozed

A LOS EMIGRANTES sudamericanos que desembarcamos en España hace ya unos cuantos años, lo que más nos ha costado entender de este país es la cuestión de los nacionalismos. Nacionalismos entendidos como vascos, catalanes, gallegos, no como españoles, que es como entendíamos la cuestión de la nación antes de vivir en estas tierras.

No es lo mismo, por supuesto, vivir la cuestión nacional desde Madrid, que desde Bilbao o Barcelona. Les advierto, escribo desde la Capital de España, donde he vivido los últimos 15 años. No es fácil tener una visión equidistante desde aquí; por suerte, la empresa en la que trabajo es catalana, y viajo frecuentemente a la Capital de Catalunya.

[pullquote]Lo primero que aprendes en España es que sacar la bandera de España no es lo mismo que sacar la de Argentina o la de Colombia.[/pullquote]

Lo primero que aprendes aquí es que sacar la bandera de España no es lo mismo que sacar la de Argentina o la de Colombia. Han pasado casi 80 años desde la guerra civil española, pero la consecuente opresión de los ganadores sobre los vencidos durante más de 40 años ha desembocado en que la bandera se relacione inmediatamente con la derecha española, perdiendo el sentido de unidad nacional que implica para argentinos o colombianos.

Los éxitos deportivos de los últimos años, donde la bandera se pone mucho menos en cuestión, han ayudado a mejorar la representatividad de la bandera; pero la vuelta al poder de la derecha, y el derivado alejamiento político de Catalunya, ha recreado el conflicto que se manifiesta nuevamente en el deporte cuando las aficiones vascas y catalanes se confabulan para silbar incansablemente el himno nacional.

Hace 10 años eran los vascos los que llevaban la cuestión de la independencia al Parlamento español. Ocho años de gobierno de la derecha generaron las mismas tensiones que hoy día con los catalanes. Entonces, la problemática de ETA condicionaba aún más las políticas nacionales. La llegada del gobierno socialista permitió que la negociación con el País Vasco se encausara, hasta el punto de que los socialistas terminaron imponiéndose en las elecciones autónomas vascas del año 2009.

Hoy día son los catalanes los que hablan de independencia. El proceso ha sido largo, y la distancia entre Gobierno nacional y autonómico, cada día mayor. Desde el gobierno de la derecha se han hecho oídos sordos a la cuestión de la financiación, el estatut, el derecho a decidir… más aún, el NO a estas cuestiones ha sido un lema de su política nacional.

Ahora, el Nacionalismo catalán aboga por la independencia unilateral. Las elecciones pondrán a cada uno en su sitio, pero ni un 51% ni un 49% solucionarán definitivamente el problema en cuestión. Eso sí, la victoria de los independentistas pondría definitivamente al Estado español contra la espada y la pared, sería imprescindible montar una mesa de negociación donde se discuta la integración de Catalunya en España, con el derecho a decidir como probable fin de la negociación.

Por suerte, esa negociación no tendrá que liderarla el Gobierno actual, sino el que surja de las urnas del próximo Diciembre. Decimos por suerte, porque un cambio de Gobierno permitirá renovar las ideas y zanjar (aunque no olvidar) los años de rencillas entre España y Catalunya.

Se tratará, entonces, de gestionar un proceso en el que el pueblo catalán pueda decidir libremente si quiere o no formar parte del Estado Español, y será responsabilidad del nuevo Gobierno, y de todos los distintos sectores de la sociedad española, convencer a los catalanes de que integrados en España tienen más futuro y más fuerza que actuando aisladamente, así como Europa es más que España, o Estados Unidos más que California.

Lo que necesita este país es trabajar en esa integración nacional que se ha visto dañada durante los años de la dictadura, y que necesita de la participación de madrileños, extremeños, murcianos, gallegos para convencerse de que son más fuertes junto con los catalanes, y viceversa, para que el lema de esas elecciones libres catalanas sea: Més Catalunya és más España.~