¿Cómo se podría seguir un rayo de luz?
¿Cómo se podría seguir un rayo de luz? Esta fue la pregunta que Albert Einstein se hizo a los 16 años y que fue la que le llevo a escribir en 1905 la teoría de la relatividad. Cuando yo hablo con mis amigos escucho todo el tiempo planteamientos y preguntas que podrían ser el camino hacia teorías y proyectos innovadores. Einstein era un genio, hoy en día nadie pode en duda eso, pero cuando mandó su artículo sobre la relatividad a la revista Annalen, en Zurich, pasaba por un mal momento. Tenía un trabajo monótono y mal pagado como funcionario en la oficina de patentes de Berna y ni una sola universidad lo tomaba lo suficientemente en serio como para darle un puesto de profesor auxiliar.
Hablando con un amigo sobre cómo se creó el proyecto de las vidas privadas de Einstein, basándose principalmente en cartas escritas del puño y letra de este, así como cartas del círculo de personas más cercano a él. De Donatis me soltó todo un rollo de que hoy en día la tecnología imposibilitaría saber la vida de una persona celebre: sencillamente porque ya no se escriben cartas, sino e-mails.
Salvo que se guarden y registren los mensajes electrónicos de estas personas, situación que antoja de momento difícil, no podremos reconstruir la vida de una persona, no al menos a través de documentos escritos. Por un lado, la legislación protege la vida privada de las personas, por otro, guardar los mensajes electrónicos de potenciales figuras que aporten algo a la humanidad suena absurdo. Las cartas de Einstein son de mucho antes de ser famoso… el punto es que, la tecnología afecta nuestras costumbres de tal forma que ahora es imposible guardar cartas que en un futuro nos den pistas sobre la vida de una persona. ¡Ahora entiendo el romanticismo que tienen las cartas escritas a mano y entiendo el porqué de su importancia! Si no se tuviera constancia de ellas, nunca hubiéramos podido saber más sobre la vida de Einstein.
Con Margolles, un amigo en común, los argumentos son parecidos. Si uno le dice fútbol te suelta las estadísticas de la liga de campeones de Europa, las eliminatorias sudamericanas, la liga argentina y me pregunta cómo van en liga de México. Alguien podría decir que se deje de tanto fútbol y se ponga a hacer algo productivo. Dice que lo hace: se pone a analizar datos y realiza toda una explicación del porque de un resultado adverso para su equipo. Algo de ejercicio hace con el músculo gris que tenemos en la cabeza. Pocas personas son capaces de, en su tiempo libre, sacar estadísticas del medallero olímpico de los juegos olímpicos del 2004 y compararlo con los juegos del año 2000 para luego hacer conclusiones de cómo ha sido la política deportiva de los países de Latinoamérica en estos últimos 4 años.
Con Christian pasa lo mismo. Christian es de esas personas que se pasa cuestionándose todo. Más aun, no se molesta en perder el tiempo filosofeando en cosas que no le son útiles, no le gusta perder el tiempo. Como fondo la ciudad de Nueva York. Durante una estancia de estudios, caminábamos por sus excitantes calles, y mientras vociferaba que caminábamos sin rumbo ni punto fijo al cual ir, me contaba su teoría sobre cómo la gente podía mejorar sus relaciones sociales. Tanto las técnicas de psicología en comportamiento social como un buen portal en Internet podrían hacer maravillas con la gente que no sabe ó no puede ligar. El resultado de una de sus teorías terminó siendo un plan de negocio para crear una empresa de speed datting para la escuela de negocios. No se hizo rico porque el proyecto se quedó en papel pero ahora nadie se cuestiona el uso y penetración de las redes sociales.
Todas estas personas tienen muchas cosas en común: son personas inquietas. Se cuestionan el porqué de las cosas, buscan información y se forman un criterio. Leen, estudian y trabajan para conocer el mundo que los rodea. Buscan saber más y no se conforman con solo escuchar. Opinan, debaten y sobre todo: piensan.
Así como ellos hay cientos y miles de personas que quieren leer cosas interesantes, ideas descabelladas y conclusiones innovadoras. Los hay también quienes las quieren decir, escribir. Es aquí cuando aprovecho para invitarte a colaborar, a formar parte de este grupo que busca algo interesante sobre que leer y escribir. Tal vez no sea una idea que de beneficios económicos ni mucho menos, pero de aquí puede surgir la pregunta que origine una teoría que revolucione al mundo…
Nuestro objetivo es razonar lo que sucede a nuestro alrededor. Si somos capaces de cuestionar lo que se da por establecido y buscar siempre el porqué de las cosas nuestro objetivo estará cumplido. Puede ser que el propio Einstein se retuerza en su tumba al limitarnos a tan poco… pero creemos que es bastante, y sobre todo, puede ser el inicio de proyectos importantes.
A través de esta publicación queremos dar una opción de expresarse a quienes lo deseen. De exponer sus ideas y sus inquietudes, de escribir y comunicarse. Con todas las ganas del mundo y con tu apoyo: leyendo y hablando con los tuyos sobre nuestro proyecto iniciamos este camino
Te invitamos a leernos y a escribirnos, ¡envíanos un artículo!~
Madrid, Noviembre 2004
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