“ALT RIP”

Un texto de Martín Rangel


 

HABLAMOS MEJOR DE las cosas al calor de su muerte. Es imposible decir algo malo sobre alguien una vez que ha muerto. Es mucho más fácil decir algo malo sobre algo una vez que ha muerto. Mucho se ha dicho recientemente sobre la muerte de la alt lit o, mejor aún, sobre su inexistencia desde siempre. ¿Cómo muere una etiqueta? Fácil. ¿Cómo muere su influencia, las obras que bajo ella se catalogaron, su mano extendida hacia el futuro? No tan fácil.

1. Lo fácil

Primero: colocar una etiqueta sobra lo inetiquetable. Un grupo de amigos no basta para crear un movimiento. Un movimiento no es necesario para lograr el movimiento. Pensar en movimientos porque así nos crió el siglo XX. Colocar una etiqueta sobre lo inetiquetable porque nos sirve para hablar de ello. Porque es más fácil pensar en las cosas como un todo aunque ya sabemos que no. Justificarse. Justificarse. Justificarse. Decir, ahora que sobre ella llueven todo tipo de frutos podridos, que la etiqueta que utilizaste para volver viral determinado estilo nunca existió. Dar un paso atrás. Hacerte el muerto. Justificarte.

Lo que contenía la categoría «alt lit» existe. Se ha desbordado, sí. Ha extendido su influencia sobre otras lenguas (ver español), sí. Ya no cabe en las seis letras de ese binomio, sí. Es prudente que deje de llamarse de ese modo, sí, si quieren. El nombre no lo ponemos nosotros. El nombre lo da el tiempo. Por eso es tal inútil, ahora, nombrar lo que miramos. Pasado el tiempo llevará otro nombre o no se llamará. Así las cosas.

Así

todas

las cosas.

 

2. Lo difícil

Mirar más allá de una supuesta muerte. Pensar. ¿Se ha escrito más sobre la alt lit en inglés, su lengua de origen, o en español? Yo creo que la segunda. Pensar en lo raro que esto es. Pensar en lo normal que esto es. No mirar. No ver cómo explota. Cómo se asimila y se funde con una tradición completamente disímil. Fingir que no es maravilloso. Fingir que esa libertad no era necesaria en nuestra lengua. Hacer como que no recordamos la historia. Asegurar que no es nuestro turno en este ciclo de la historia. Pensar que, al decir «moda», estamos reduciendo: nombrando a la vaca por la pezuña. Lo difícil: mirar hacia el futuro

descubrir que apenas si se ha abierto una puerta y

lo que suponemos muerto

es el mismo suelo que pisamos

el mismo suelo sobre el que

construimos.~