PERSPECTIVAS: ¿Qué hubiera sido de mí en México?


Fue la pregunta que me hice al despegar de Madrid. Tengo 3 años sin ir a mi casa, en Ciudad de México. A mis padres los he visto porque me han visitado en Madrid, pero a mis hermanos no, tampoco a mis amigos. ¿Cómo estarán? La imagen de respuesta no es muy agradable: me los imagino gordos, pelones, chimuelos, con niños por todos lados y lo peor, con una vida gris, triste, infeliz.

No sé el porqué de esta imagen. Realmente sé como están, lo sé, los veo, por las redes sociales. Creo que es porque si yo no hubiera venido a Madrid probablemente estaría así: casado y con dos hijos, gordo y pelón. ¿Con quien estaría casado? Es lo de menos, pero ese era el paso natural de mi vida ahí, en Cd. de México, o al menos eso es lo que yo pensaba, que de una forma u otra, la sociedad esperaba que diera el siguiente paso. Escribiéndolo así parece que salí corriendo. No fue tan dramático pero algo de salvación hubo.

¿Qué será del país en general? En el periódico hablan de fraude electoral (en las elecciones presidenciales), de revueltas en el sur del país. De cada vez más violencia por el narcotráfico. De falta de empleo, de falta de infraestructuras. De incapacidad para competir. De ser el “patio trasero de EE.UU”. De una izquierda que no aprende y no avanza. De una macro economía buena y bolsillos vacíos. De ricos más ricos (ahora ya hay 9 mexicanos la lista Forbes del 2006. Carlos Slim, el primero de los mexicanos en esa lista, es nada menos que la tercera persona más rica del mundo) y de pobres más pobres.

El viaje es tranquilo, pero son muchas las preguntas. ¿Qué pasara con el Peje (Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial por la izquierda que perdió un margen del 0.50 % de los votos) que no lo acepta?, ¿qué pasa con el movimiento civil en Oaxaca, será legítimo o serán luchas de poder?, ¿qué es de los zapatistas y lo que representan?, ¿vivirán mejor los indígenas?, ¿qué pasa con el narcotráfico?, ¿qué pasa con mis amigos que estaban con problemas de drogas?, ¿qué pasa con aquellos que se lanzaron fuera de México a buscar un futuro?, ¿los que se quedaron en la ciudad?, ¿siguen asaltado en el los micros (transporte público concesionado)?

Tengo muchas preguntas y muy poco tiempo. Dos semanas. Muchas ganas de visitar a la gente y nada de organización.

En el asiento de adelante del avión va dormido Rafa Márquez. Hoy por hoy el mejor futbolista de México. Defensa central del FC Barcelona, campeón de la liga española de fútbol y de la Champions, es decir, el mejor club del mundo en el 2006. Titular indiscutible. Imagen viva del grito de guerra que más se pronuncia en el país: “si se puede”. Si se puede triunfar. Si se puede ir fuera del país, competir y ganar.

Fuera de México se conoce a Carlos Fuentes, Jorge Volpi, Carlos Monsivais. En 1990 Octavio Paz recibió el premio Nobel de Literatura. Ya hablamos de Carlos Slim, le siguen Salinas Pliego, Arango, Azcarraga, Harp Helu en los negocios. En deportes no hay mucho que rescatar: clavados, marcha y box siguen siendo las actividades deportivas que suenan. Carlos Carsolio en montañismo, Cristóbal Everardo en canotaje y alguno más habrá por ahí perdido. En cine están Guillermo del Toro, que ha repartido su carrera entre Hollywood y España, Cuaron y Gonzáles Iñarritu que recién gano el Globo de Oro 2006 por su película Babel. Mario Molina gano el Novel de Química en 1995, con toda su carrera en EE.UU. Está el (ex) presidente Fox y el sub-comandante Marcos y creo que paramos de contar.

Habrá más. Supongo que Luís Miguel, Salma Hayek, Alejandro Fernández… por supuesto están Cantinflas, Jorge Negrete, Barragán, Frida Kahlo, Rivera, Orozco, Hugo Sánchez y muchos más, pero los queremos actuales. No queremos vivir del pasado.

El producto interno bruto habla de que en 2007 crecerá 3,5 % en vez de 4,8 % (elpais.com) en el periodo de 2000 a 2006. Esto en otras palabras significa un retroceso en la economía del país. Sin embargo esta en el ranking de economías en el número 13. México produce más riqueza que Australia, Holanda, Bélgica o Noruega (www.theworldbank.com).

Si vamos al ranking de selecciones nacionales de la FIFA, dice que México está en la posición 21 (enero 2007). Todo mundo sabe que es un ranking irreal, pues se comparan zonas de juego como Concacaf con potencias como la Conmebol en Sudamérica o la UEFA en Europa y es un índice muy parecido al del ranking por PIB. No dice nada, completamente irreal.

¿Si creamos más ingresos que Holanda o Australia porque no vivimos como ellos?, ¿Si tenemos una selección mejor valorada que Bulgaria o Estados Unidos porque no les ganamos? Los ingresos no son comparables, tampoco se puede comparar el nivel de la selección de fútbol con el nivel de vida de un país, pero siguen siendo listas de ranking se publican en los medios para hacernos sentir orgullosos a los mexicanos.

Buscando ratios más realistas está el índice de paridad del poder adquisitivo, creado por el FMI. Está hecho para comparar de una manera realista el nivel de vida entre distintos países, atendiendo al producto interno bruto (PIB) per capita en términos del costo de vida en cada país. Es decir, lo que se produce entre lo que cuesta la vida por persona. Y dice que México se encuentra en la posición 65. Vaya algo por fin que nos sitúa en el terreno real.

Todo esto es muy teórico. Todo sigue siendo estadísticas. Estadísticas que de una forma u otra no reflejan la vida en el día a día de la gente que ahí vive y que según los datos y los análisis pueden salir resultados más o menos favorables. Probablemente la razón sea la que nos lleva a la posición 65 del índice de paridad del poder adquisitivo: el reparto. La distribución de la riqueza. Los ricos tienen más y los pobres menos

Existen monopolios en las comunicaciones y un oligopolio en el sector de medios. Tenemos un tratado de libre comercio con la primera potencia mundial que nos veta las ventas en función del número de inmigrantes que pasan el río Bravo o del número de narcotraficantes que entregamos a la justicia norteamericana.

Competíamos por costes. Ahora los chinos nos han quitado el lugar. La mordida, “pa el chesco” y “¿cómo nos podemos arreglar?” aumentan la corrupción. La inseguridad manda y, de ser un país de paso de la droga, ahora somos también consumidores.

Octavio Paz escribía en su obra cumbre, El laberinto de la soledad, que “el mexicano es una persona de mascaras”. Incapaz de decir y actuar sin pensar en lo que va decir la sociedad […] explota a la mínima. Seguimos [..] adorando La Fiesta y  […] seguimos estando solos”. “Tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos” dijo Porfirio Díaz hace por lo menos 100 años.

¿Y mis amigos, cómo viven en la Ciudad de México? Una ciudad de más de 20 millones de personas. Bizarra, surrealista, caótica, enorme, dispar, también es bella, revoltosa, juerguista, incomparable.

El avión se agita. Aterrizo a las 18:00, una hora antes de lo previsto. El corazón se me acelera, pronto tendré respuestas.