80P1VM/74: El asesino más hermoso del mundo

#post_80P1VM/74 de 80 en 1 vuelta al mundo, de Humberto Bedolla

 

ÍBAMOS VIENDO UN documental en el autobús nocturno camino a Chandrapur y una frase me marcó: “En la India está el asesino mas bello de todos: el tigre de Bengala”. No usó un “tal vez”, o un “probablemente”. Tampoco un “seguramente”, no. No dejó lugar a dudas: el tigre es, de los felinos y de los asesinos -cualquiera de la vida salvaje-, el más hermoso.

Verlo en libertad es una lotería. De las 8 subespecies, tres ya están extintas: las del Cáucaso, Bali y Java. Los chinos han desaparecido prácticamente a todos los tigres en su territorio (la cuarta) y, debido a la demanda que hacen, junto con japoneses, de huesos de tigres para remedios tradicionales ancestrales de nula eficacia también están haciendo disminuir, a través del tráfico ilegal, las subespecies de India y Rusia. En India hay varios parques nacionales encargados de su preservación, con muy poco éxito. Además de luchar contra la caza furtiva, para salvar al tigre hay que salvar su entorno, la selva y los animales que ahí viven, así tendrán para cazar. La India, con mas de 500 millones de pobres, cómo les dices que no talen la selva para sembrar algo de arroz.

Nosotros íbamos a intentarlo, contra las bajas posibilidades de verlo lo único que se nos ocurría era eso, intentarlo; y dirigimos la mirada a Tadoba National Park por recomendaciones de un amigo. Es del parque con más posibilidades de velos, dijo.

No es el parque más bonito, ni el más famoso. Los parques nacionales en los que  Rudyard Kipling se basó para escribir el Libro de la selva son Bandhavgarh y Kanha.

Llegamos a Moharli después de más de 24 horas de viaje, el lugar más rural que uno pueda imaginar. Una pequeña villa sin Internet (por lo que los hospedaje no piedennofrecer wifi), restaurantes o cajeros y bancos. Sólo unos cuantos cuartos de huéspedes y 15 jeeps, lo máximo que pueden entrar al parque. El resto es la selva árida de bambús y matorrales. Llegamos el 24 de diciembre en la tarde, y solo nos salvó de no tener una cena de Nochevieja el buen hacer del guess house. En poco tiempo nos prepararon una excelente comida que compartimos con ellos. Como no teníamos reservas para los safaris, ellos hicieron algunas gestiones de las que no salió nada claro, así que habría que llorar un poco a los guardias el parque para que nos incluyeran en la lista de personas que irián en los jeeps.

El 25 de diciembre a las 5:30 de la mañana estamos hablando con el ranger jefe, pidiéndole que, por Navidad, nos dejará entrar. Finalmente entramos para, muy pronto, ver a un enorme y hermoso tigre de Bengala.

Sobra decir que tuvimos mucha suerte. Nuestro amigo ha ido cuatro o cinco veces y nunca los ha visto. Nosotros lo volvimos a ver por segunda vez, ese mismo día en la tarde, y solo podemos confirmar que, en efecto, son los más hermosos de los asesinos.~

Más o menos algo así fue…